OPINIÓN | Jaime O. Salomón: ¿Ayudar o enseñar?

Por Jaime O. Salomón / Ciudadano, emprendedor y docente.

En nuestro país, mientras se atraviesan y superan las épocas de crisis, de­beríamos ayudar a las micro y pequeñas empresas a que sobrepasen con éxito el impase en el menor periodo de tiempo posible, pero debe­ríamos también enfocarnos en enseñarles, sobre todo, a gestionar, ad­ministrar, dirigir, controlar y planificar sus empresas, para que éstas y el Estado, tengan beneficios mutuos.

La gran mayoría de las empresas formales de nuestro país son micro y peque­ñas, siendo casi en su totalidad de carácter familiar, que buscan beneficios para la empresa y para sus familias; es decir, además de buscar beneficios económi­cos y comerciales, persiguen generar armonía entre todos los miembros de la familia. Estas empresas están en sectores muy diversos, que van, por ejemplo, desde la pesca y agricul­tura hasta la industria y servicios varios.

Por otro lado, están las micro y pequeñas em­presas informales, las cuales mantienen aún la creencia de que ser infor­males les hará ganar más dinero al final del mes y les generará un mayor rédito en comparación a las formales, cuando si hacemos cálculos y nú­meros determinaremos que la formalidad les dará más beneficios y podrán crecer a través de distintos financiamientos, generar empleo formal, acceder a clientes en los distintos mercados nacionales, regionales y globales así como repercutir positivamente en el dinamismo de la economía del país.

Si bien el Gobierno ha creado programas para apoyar a las micro y pequeñas empresas formales a través de diferentes programas de créditos, compras o re­novación de activos, deberíamos tener presente que el éxito de estas empresas depende del conocimiento que tenga su dueño sobre gestión, dirección, con­trol y planificación; por lo que el Gobierno debería también enfocarse en brin­dar capacitación y conocimiento para que éstas sepan llevar sus productos y servicios a nuevos mercados y clientes.

Aquellas empresas que superen los impases y las dificultades de manera más rápida, son aquella que sepan anticipadamente cómo gestionar una empresa de manera adecuada y sepan cómo adaptarse rápidamente a los en­tornos cambiantes y los distintos retos de hoy en día. Cuidemos a los micro y pequeños empresarios de nuestro país, pero no generemos ayuda que podría interpretarse como clientelismo, asistencialismo, y por qué no, corrupción.