Dictan prisión preventiva para presunto feminicida de universitaria
Rodrigo Franco Larico Olarte (18) será recluido por nueve meses en el penal de varones de Socabaya, luego de que el Poder Judicial declarara fundado en pedido de prisión preventiva presentado en su contra por el presunto delito de feminicidio en agravio de la joven universitaria Ana Paola Vargas Ramos (18).
La decisión la emitió el juez del Octavo Juzgado de Investigación Preparatoria Para Delitos Asociados a la Violencia Contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar, Gonzalo Villagra Ambrosio, tras analizar las pruebas que presentó el Ministerio Público que involucran al investigado con esta comisión. El magistrado también dispuso que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) resguarde la integridad del universitario para evitar que otros reos atenten contra su integridad.
Cómo se recuerda, la víctima fue asesinada el pasado 29 de setiembre en horas de la tarde de 47 puñaladas en el cuello, tórax y abdomen en las instalaciones de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA). Aparentemente, su verdugo terminó con su vida luego que la víctima le puso fin a la relación sentimental que ambos sostenían desde marzo del presente año.
El hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad de la facultad de Ingeniería Industrial. En el material audiovisual se observa como el presunto feminicida le incrustó un cuchillo retráctil tras sostener una discusión en una rampa que da acceso al laboratorio de la escuela profesional de Física.
Luego del brutal ataque, Rodrigo Larico Olarte fue retenido por uno de sus compañeros de la universidad y posteriormente por el personal de seguridad de la casa superior de estudios. El examen forense reveló que la joven falleció producto de una laceración en el pulmón que le ocasionó uno de los puñales.
Es preciso mencionar que, durante la audiencia, la hermana de la universitaria víctima de feminicidio dijo a la Fiscalía que, a pesar que Rodrigo Larico y Ana V. ya no tenían una relación, el varón la espiaba, perseguía y grababa videos de las actividades que desarrollaba su víctima; además, llamaba a sus familiares para saber de la ubicación de su expareja, lo que los alarmó y pidieron a Ana alejarse de él.