Califican de 'chicha' al cerco epidemiológico implementado en Arequipa

El Gobierno central dispuso un cerco epidemiológico en Arequipa para evitar la propagación de variante Delta a nivel nacional, por eso se suspendieron los viajes aéreos y terrestres a la región. Sin embargo, las restricciones solo quedaron en el papel porque la población siguió viajando en vehículos informales ante la falta del control policial, así lo pudo corroborar un equipo de 'Exitosa Perú'.

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La falta de fiscalización al transporte en la región ha facilitado el trabajo de los llamadores, quienes saben en qué lugares hay operativos policiales y, con total seguridad, ofrecen pasajes a Cusco, Lima, Puno y otras provincias de Arequipa, según investigación de nuestra filial en la 'Ciudad Blanca'.

Ante el incumplimiento de las restricciones, varias autoridades y especialistas en salud coinciden en que el cerco epidemiológico no servirá para controlar la propagación de la nueva variante del virus.

El médico infectólogo, Ciro Maguiña, calificó al cerco epidemiológico como un 'cerco chicha', dado que la población incumple las restricciones, además de considerar que el gobierno debió de hacer un seguimiento a todas las personas que tuvieron contacto con los dos casos de la variante Delta.

“Se tiene que hacer una vigilancia genómica en Lima y Arequipa para ver si esta cepa es la culpable o no (de los contagios) [...] Un cerco epidemiológico solo funciona cuando hay un enfoque integral, sino es un simple cerco chicha y eso ya ha pasado factura en muchos lugares del país”, dijo el galeno.

Esta semana sorprendieron las declaraciones del general PNP Víctor Zanabria Angulo, jefe de la IX Macro Región Policial, quien renunció a realizar operativos a los transportistas informales argumentando que no tienen suficiente personal para controlar todos los ingresos a Arequipa. Por ello, anunció que solo controlaría el ingreso del norte y sur de la ciudad.

“Arequipa tiene por lo menos 50 ingresos, pero solamente hemos cerrado dos: sur y norte”, informó el alto mando policial.

Estas declaraciones fueron cuestionadas por el decano del Colegio Médico de Arequipa, Javier Gutiérrez, quien afirmó que se ha perdido el principio de autoridad.

“Se ha observado la inoperancia de la fuerza pública, el general de la Policía ha dicho que él no puede controlar y no hará mayores controles de la población”, criticó.

◼ Informalidad y alza de precios

Ante el descontrol generado por las restricciones, algunos transportistas informales usan vías alternas de trocha, como la antigua carretera de Arequipa - La Joya por el sector de culebrillas, para salir e ingresar a la 'Ciudad Blanca'.

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En tanto, los usuarios que debían de trabajar en el distrito de La Joya, ubicado a casi dos horas de la provincia de Arequipa, tuvieron que pagar hasta ocho veces el costo normal, así lo reveló - a Exitosa - Ricardo Durand, a quien le querían cobrar 50 soles cuando la tarifa normal es de 6 soles.

En la otra cara de moneda, se encuentran los trabajadores de las empresas de transporte interprovincial, quienes se quedaron sin empleo, y los empresarios que se ven preocupados porque no podrán pagar las deudas de los bancos, como es el caso de Luis Mamani cuyo único sustento económico es el servicio de transporte hacia la provincia de Cailloma.

En conclusión, los especialistas, autoridades y la población arequipeña coinciden en que el cerco no ha servido para mitigar los estragos de la pandemia en la región y que, por el contrario, solo ha fomentado el uso de vehículos informales que incumplen los protocolos de bioseguridad.

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