No debe quedar en el olvido
30/07/2023 / Exitosa Noticias / Exitosa perú / Actualizado al 30/07/2023
La historia de la independencia del Perú se teje con valientes protagonistas de diversas regiones, cada uno aportando su valía y luchando por la libertad. Entre ellos, los arequipeños han dejado un legado crucial que merece ser rescatado y contado. En esta nota, descubriremos los episodios menos conocidos de su participación y celebraremos su contribución a la independencia que no debe quedar en el olvido.
Historia de Arequipa
Los hechos históricos que forjaron la independencia de Arequipa siguen siendo objeto de estudio y admiración por parte de historiadores y sociólogos. A través de documentos y testimonios, se busca entender cómo esta ciudad contribuyó a la liberación del país y quiénes fueron los prohombres y precursores que lideraron esta causa.
La historia se remonta a 1780, cuando aparecieron los escritos anónimos o pasquines que circulaban por las puertas de iglesias como San Francisco, promoviendo la liberación del yugo español. Estos panfletos esparcían ideas en contra del gobierno colonial y llamaban a la emancipación.
En 1815, Mateo Pumacahua y Vicente Angulo, provenientes de Cusco, lideraron una expedición hacia Arequipa. Este último fue crucial para la victoria patriota en la Batalla de Apacheta. Durante este tiempo, la idea revolucionaria ganaba adeptos entre los arequipeños.
Figuras como Mariano Melgar y Manuel Melgar también se sumaron a la lucha independentista, uniéndose al ejército de Pumacahua. Este último desempeñó un papel relevante en el movimiento de 1814.
Además, destacan los nombres de Gabriel Aguilar y Manuel Ubalde, dos precursores de la independencia de Arequipa. Ambos conspiraron contra la corona española, pero sus ideas revolucionarias los llevaron a ser ejecutados en 1805.
"Ambos conspiran en contra de la corona española, en contra de las autoridades coloniales, y al final fue develado", detalla el historiador Hélard Fuentes Pasto.
Independencia de Arequipa
La independencia de Arequipa se concretó el 6 de febrero de 1825, unos tres años y medio después de la independencia de Lima. La noticia del triunfo de la independencia proclamada por José de San Martín generó miedo y esperanza entre los arequipeños.
Las celebraciones de la independencia en aquellos tiempos incluían tradiciones como el castigo público a aquellos que no cumplían sus deberes.
"Las personas que no cumplían con sus deberes eran castigados con azotes", cuenta el historiador Santos Benavente Véliz. Las plazas públicas eran escenario de desfiles y azotes a personas que cometían delitos.
A través de los años, se han erigido monumentos y se conservan documentos como el acta de la independencia en la Universidad Nacional de San Agustín y el arco del triunfo en la Plaza de Armas, que recuerdan la valiente gesta de la independencia.
"Un documento que tenemos, que es significativo para entender el proceso de la independencia, es el acta de fundación de San Agustín y la tenemos en la misma entrada del patio de la Universidad de Santa Catalina", detalló Santos Benavente Véliz.
Más de doscientos años después, las tradiciones perduran y la lucha por una gobernabilidad libre de opresión continúa. Desde Arequipa, se rinde homenaje a la patria libre y se reafirma la unidad en una sola voz, gritando ¡Viva la patria! La ciudad sigue orgullosa de sus héroes olvidados y de las tradiciones que mantienen viva la memoria de su historia.
