Chechito y su historia de superación: De vender jugos en el mercado a brillar en la industria musical
Sergio Gonzalo Romero, el talentoso joven de 18 años, más conocido como Chechito en el mundo de la música, ha compartido con el público sus humildes comienzos antes de alcanzar la fama. Originario del barrio de Huáscar, en Juan de Lurigancho, recordó una época en la que trabajaba incansablemente para ayudar a su madre, Lorena.
Chechito vendía jugos
Remontándose a su dura infancia, Chechito compartió sus experiencias laborales tempranas: "Claro, recuerdo que trabajé de pintor, empecé lijando paredes. Y como cualquier muchacho, que empieza cargando escaleras y las cajas de herramientas, luego es que aprendo a pintar".
"Me gustaba recursearme y hacer de todo. Siempre he sido muy metido en esas cositas. Ya siendo más grande, empiezo a vender jugos con mi mamá", añadió durante una entrevista con Trome.
Su madre, Lorena, desempeñó un papel fundamental en su vida y lo introdujo en el mundo de los negocios. "Mi mamá me enseñó a preparar jugos, ella tenía una chicharronería y juguería en un puestito en el mercado Venezuela de la avenida Colonial, ahí aprendí a preparar los verdaderos jugos", contó.
Chechito compartió detalles jugosos de su labor como vendedor de jugos, revelando que a menudo experimentaba fusionando estas bebidas con cerveza según las solicitudes de los clientes.
Chechito fue vidriero
Además de vender jugos, este joven talento también trabajó como vidriero para ganar su propio dinero. "Yo no le cobraba ni un sol a mi mamá por ayudarla. Pero cuando necesitaba tener mis propias cosas y ganar mi propio dinero, surgió la posibilidad de trabajar como vidriero", comentó.
Su incursión en la vidriería comenzó con tareas simples, como cargar escaleras y cajas de herramientas, pero pronto adquirió experiencia realizando trabajos de vidriería. Con determinación y esfuerzo, Chechito demostró su habilidad para sobresalir en diversas áreas.
Nunca abandonó sus estudios
El joven de 18 años también compartió cómo equilibraba sus responsabilidades laborales con sus estudios. "Me levantaba a las 5 de la mañana, ya me había acostumbrado y sabía lo que me tocaba hacer para dejar todo listo. Ya teníamos un público que, sabía que, a cierta hora, íbamos a llegar a preparar los jugos; yo llegaba y preparaba los jugos y entregaba los pedidos".
"A las 11 de la mañana, me ponía mi uniforme, tomaba mi carro e iba al colegio. Recuerdo que tenía permiso para llegar un poco tarde. Incluso, las tareas que me dejaban las hacía en el mismo colegio, porque no tenía tiempo. En vacaciones de verano y medio año, sí estaba todo el día ayudando a mi mamá".
El viaje de Chechito desde sus modestos inicios hasta su creciente éxito en el mundo de la música es un testimonio inspirador de determinación, esfuerzo y gratitud. Con su música, este joven talento continúa emocionando a sus seguidores y recordando sus raíces humildes como fuente de inspiración.