Opinión | Eduardo Gonzáles Viaña : Si quieres ir al paredón
Por: Eduardo González Viaña
Udilberto Vásquez fue uno de los fusilados en el Perú. Ocurrió el 11 de setiembre de 1970 bajo la acusación de violar y asesinar a una pastorcita de nueve años en Cajamarca.
El abogado que lo defendió se apellidaba Alarcón. Cuando Vásquez había recibido sentencia de cárcel a perpetuidad, Alarcón apeló y la Corte Suprema confirmó la sentencia precedente y la convirtió en ejecución por fusilamiento.
Por esa razón, es común en Cajamarca escuchar: “Si quieres ir al paredón, que te defienda Alarcón”.
En nuestros días, tenemos varios abogados que se esmeran por adquirir una fama similar a la de Alarcón (mi compañero de promoción). Entre ellos, se encuentra César Nakazaki.
Recientemente, afirmó que es un honor para él defender a Ollanta Humala y Pedro Pablo Kuczynski (en ambos casos, fracasó) y añadió que haber llevado el caso de Alberto Fujimori (también preso) fue como “llegar al Mundial”.
En competencia por ser más alarconiano, Ernesto Blume, presidente del Tribunal Constitucional, ha negado al presidente Vizcarra la capacidad de observar leyes de rango constitucional aduciendo que “no está legitimado para ello”.
Es obvio que el doctor Blume está asumiendo de facto la defensa de los corruptos y de la facción fujimorista que hoy domina el Congreso y que tiene el repudio total de la población.
Comienza bien a hacer las cosas mal. Comienza bien porque todo lo que diga y lo que haya dicho hasta ahora lo invalidarán en el futuro para resolver la posible causa constitucional por haber emitido opinión por adelantado.
Es tan solo un pétalo en el historial del doctor Blume, un apellido que en alemán significa flor. Antes hizo noticia defendiendo al controvertido alcalde de San Juan de Lurigancho, Carlos Burgos, quien está acusado de malversación de fondos y peculado.
Más todavía, el 26 de abril de 2018, Blume Fortini votó a favor del hábeas corpus que permitió la excarcelación de Ollanta Humala y Nadine Heredia, ambos acusados de corrupción.
Por fin, más de quince mil funcionarios públicos investigados por presuntas irregularidades podrían haberse librado de sus procesos luego de que el TC emitiera una sentencia que anula la ley de sanciones de la Controlaría General de la República.
Nakazaki y Blume son los buenos malos abogados del fujimorismo y nos hacen recordar que “si quieres ir al paredón que te defienda Alarcón”.