05/08/2019 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Autoridades educativas de Piura alertaron a la policía, padres de familia y maestros sobre la presencia de traficantes de drogas que buscan captar a escolares de al menos 30 colegios, con la finalidad de evitar la expansión de sus redes de distribución de clorhidrato de pasta básica de cocaína, marihuana y clorhidrato de cocaína.
La presencia de los microcomercializadores se ha detectado en Piura y los distritos de Castilla y Veintiséis de Octubre, donde se ha incrementado la venta de “quetes” de PBC, dijo Carmen Sánchez Tejada, directora de la Unidad de Gestión Educativa de Piura - UGEL.
Sánchez Tejada comentó que “hay varios colegios en áreas identificadas por la Policía y Seguridad Ciudadana, como 'zonas rojas' en donde se expenden drogas. Cientos de alumnos a la horas de la salida están expuestos a estas personas al margen de la ley”.
En este sentido, la funcionaria, que prefirió no dar los nombres de las instituciones de enseñanza cuyos alumnos están en riesgo, señaló que los cabecillas de las bandas buscan captar a escolares para involucrarlos en estas acciones criminales.
Según la docente, el peligro es evidente para los escolares de los centros educativos ubicados en los asentamientos humanos de Santa Julia, Nueva Esperanza, Aledaños Kurt Beer, Túpac Amaru I etapa, El Indio, Las Monteros, Chiclayito, San Martín, Talarita y Paredes Maceda.
Negocio criminal
Este preocupante caso fue corroborado por agentes del Departamento Antidrogas (Depandro), al señalar que cálculos conservadores indican que semanalmente se comercializan 14 mil “quetes” de PBC en Piura y Castilla. “Venta al menudeo que reporta jugosas ganancias a las bandas que maneja ese sucio negocio”, dijo un oficial de ese departamento de la PNP.
Agregó que con 100 gramos de PBC un microcomercializador puede elaborar 500 “ketes” o envoltorios, y que para incrementar sus ganancias mezclan la droga con tiza o yeso.
“En Piura y Castilla han sido detectadas al menos diez bandas que manejan una red de microcomercializadores que generalmente se apostan cerca de los centros educativos, en los bailes que se organizan los fines de semana y en los puntos donde no existe ningún tipo de vigilancia policial”.
“Comienzan invitando...”
La policía dijo que el objetivo de las bandas “es generar más jóvenes dependientes de estas sustancias, y que casi siempre comienzan invitándoles un “quete” con la finalidad de convertirlos en personas manipulables, sin contar los daños cerebrales irreversibles que les provocan”. En este sentido, el oficial PNP, que pidió mantener su nombre en reserva, dijo que ante este problema urge una labor conjunta que, además de las autoridades educativas y policiales, involucre a los padres de familia.
Dato
La profesora Carmen Sánchez, al reiterar su llamado de alerta, dijo que se viene trabajando con el Consejo de Seguridad y Autoprotección Escolar, la misma que está conformada por padres, exalumnos, escolares, director y profesores, que vigilan la hora de entrada y salida de los escolares, para prevenir cualquier acto en contra de su libertad y derechos”, dijo.