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Sacrificios de niños en suman más de 200 hallazgos

El último descubrimiento se hizo en el distrito de Huanchaco, en La Libertad, donde arqueólogos encontraron restos de 132 niños y 260 llamas.
Cuerpos
16-01-2019

Con el último descubrimiento de 132 restos óseos de niños sacrificados hace más de 550 años en el distrito de Huanchaco, en la provincia de Trujillo, en la Libertad, el Perú se pone en los ojos del mundo ante lo que sería el mayor sacrificio ritual de menores encontrado a la fecha. Esto con al menos 269 víctimas de ese tipo de prácticas realizadas en la cultura Chimú.

El equipo a cargo del hallazgo más reciente, encabezado por el arqueólogo peruano Gabriel Prieto, ubicó los restos en la zona de Pampa La Cruz, en el ingreso del emblemático balneario. Adicionalmente, desenterraron los restos de tres adultos y 260 llamas jóvenes, que también murieron en la ceremonia realizada en esa parte del país.

En perfecto estado

En la misma pampa, ubicada a un kilómetro y medio de la zona de Huanchaquito-Las Lamas, en 2018 especialistas exhumaron osamentas bien conservadas de otros 139 menores de edad, los cuales sus edades que oscilan entre los 5 y 14 años. Todos ellos, incluso los últimos, pertenecen a la civilización Chimú, cuya antigüedad se remonta al siglo XV después de Cristo.

Una característica repetitiva en ambos descubrimientos es el perfecto estado de conservación. Según revelaron, en algunos casos las osamentas tenían el cabello casi intacto. Llamó también la atención los tocados hechos a base de plumas de guacamayo, telas de algodón nativo y trenzas de lana. Para el especialista, eso apunta a que parte de los menores pertenecían a la élite chimú.

Sacrificio masivo

Los estudios en la zona mostraron, además, una posible inmolación masiva. Esa hipótesis toma fuerza por las marcas de corte profundo que evidencian una herida mortal infringida, de un solo golpe, en el esternón (a la altura del corazón). Cabe indicar que en ese descampado, los arqueólogos hallaron un cuchillo de cobre que tenía en el mango una especie de sonajero.

En los últimos años, el equipo de Pietro contó con el financiamiento de la National Geographic.

POR EL NIÑO COSTERO

De acuerdo al arqueólogo peruano Gabriel Prieto, las causas que motivaron el sacrificio masivo y sistemático tendrían relación con El Niño costero. Explicó que el grosor del barro encontrado en las osamentas muestra la presencia de lluvias intensas, una característica del citado fenómeno. “Lo hicieron para aplacar la furia de los dioses”, anotó. Todo apunta a que la civilización Chimú, un estado teocrático (donde la religión predomina), realizó esa “ofrenda”.

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