28/03/2020 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Ante la pandemia que sufre la Humanidad por el coronavirus que ha infectado a medio millón de personas y matado a otras 25 mil, el padre Francisco en la soledad de la plaza de San Pedro emitió al mundo una histórica bendición “Urbi et Orbi” que es una indulgencia plenaria a todos los creyentes.
A diferencia de otras ocasiones, la plaza de San Pedro del Vaticano lucía totalmente vacía como consecuencia de la emergencia del coronavirus. Esta vez los fieles católicos del mundo siguieron por los medios de comunicación esta ceremonia inédita, una homilía y una bendición posterior.
La Santa Sede ha ordenado el cierre hasta el 3 de abril de la plaza y la basílica de San Pedro, como medida de precaución ante la propagación de esta pandemia, que ha dejado ya al menos cinco casos positivos en el interior del Vaticano.
La bendición "Urbi et Orbi" se imparte habitualmente en tres ocasiones: cuando el papa es elegido sucesor de Pedro, el 25 de diciembre por Navidad y en Pascua. Esta vez se ofrece en ocasiones muy puntuales, como en 1942, cuando Pío XII lo hizo con motivo de su Jubileo episcopal y del XXV aniversario de las apariciones de Fátima.
El papa Francisco ha querido tener ahora un gesto extraordinario, cuando el mundo sufre la expansión de este virus que se ha cobrado ya la vida de más de 25,000 personas a nivel global. "Desde hace algunas semanas parece que todo se ha oscurecido.
Densas tinieblas han cubierto nuestras plazas, calles y ciudades; se fueron adueñando de nuestras vidas llenando todo de un silencio que ensordece y un vacío desolador que paraliza todo a su paso: se palpita en el aire, se siente en los gestos, lo dicen las miradas. Nos encontramos asustados y perdidos", señaló.