OPINIÓN | Víctor López García: Las influencias 'negativas' de los partidos y los políticos
Es preciso empezar señalando que se hace referencia en concreto a factores afines al universo de la política que critican o cuestionan en forma seria y persistente a los políticos y los partidos. Por ello influyen de modo decisivo en la configuración de nociones o sentimientos negativos de la población hacia las organizaciones partidarias y sus conducciones.
Entre estos factores acaso los más influyentes sean los medios de comunicación, los intelectuales y tecnócratas, y las campañas generadas en diversos centros de producción de contenidos antagónicos a los partidos, los políticos y la política.
De repente la inicial y mayor influencia negativa que reciben los ciudadanos de un país para modificar su noción y emoción positiva o favorable, neutral o independiente, respecto a los partidos y a los políticos, es aquella que procede del seno mismo de la agrupación política y sus miembros.
Un primer bloque de influjos de impugnación está configurado por la degeneración de los dirigentes y líderes de los partidos, que afecta a sus propias organizaciones, que es puesto en evidencia tanto por ellos mismos en sus confrontaciones intra e interinstituciones; como por los enemigos que proceden del universo extrapolítico.
Es evidente, pues constituye una realidad que no se puede ocultar. O negar que en la actualidad gran parte de la dirigencia y el liderazgo político de los partidos en los diversos países de la región se encuentra -en distintos grados y niveles- desprestigiado ante importantes sectores de la sociedad civil y la opinión pública; por lo que la -persistente- continuación de su presencia en los más altos niveles de decisión pública y en la conducción de sus organizaciones contribuye más bien a generar indiferencia o rechazo de la ciudadanía hacia los partidos y la política.
Insistir en mantener el liderazgo agotado, caduco y desprestigiado o pugnar por el reemplazo parcial o integral de la dirección y el ascenso de un liderazgo remozado, ¿no contaminado (todavía) por el fracaso evidente de las élites políticas? Sin duda que la más amplia y completa renovación política constituye uno de los ejes estratégicos para la recuperación de la imagen de los partidos y el resurgimiento de la política ante la sociedad.
Un segundo conglomerado de influencias negativas de los partidos está configurado por la ineficiencia de los propios dirigentes y líderes de dichas entidades; verificada tanto desde la oposición como desde el gobierno; ya sea para interpretar y proponer alternativas lúcidas y coherentes, en un caso; como para diseñar y ejecutar políticas públicas viables y exitosas, en el otro caso.