17/08/2021 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Casi a la medianoche del 6 de junio, el conteo rápido de Ipsos daba como ganador al ahora presidente Castillo. Ante ello, la tres veces perdedora Sra. K, con el apoyo del poder económico-político-mediático, inició una campaña de desconocimiento del resultado electoral, recurriendo a los métodos más vedados como parte del plan golpista en el que Vladimiro Montesinos tuvo un rol muy visible. La respuesta popular y ciudadana inmediata fue trasladarse hacia Lima, concentrándose numerosas delegaciones regionales frente al Jurado Nacional de Elecciones e iniciando las movilizaciones callejeras.
En este contexto, el 21 de junio fue creado el Frente Nacional por la Democracia y la Gobernabilidad (FNDG), por acuerdo de una masiva asamblea de organizaciones; constituyéndose en un espacio para la convergencia social y política; local, regional y nacional del Perú diverso; de carácter abierto a la incorporación de nuevos sectores productivos y profesionales de los sectores comprometidos con el proceso de cambios profundos. El primer logro fue la proclamación del presidente Pedro Castillo como Presidente Constitucional de la República, derrotando inicialmente el plan golpista fujimontesinista.
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Desde el 28 de julio el FNDG pasó a una nueva etapa de institucionalización progresiva, definiendo tres objetivos: articular a las organizaciones populares y a la ciudadanía mediante la movilización en apoyo a la ejecución de políticas públicas y decisiones gubernamentales para el cambio y la mejora de la calidad de vida, mediante el diálogo social permanente con el Estado, garantizando la gobernabilidad democrática; forjar un renovado Pacto Social hacia una nueva Constitución, impulsando unitariamente el referéndum como instrumento de participación y decisión ciudadana en ruta hacia la edificación de una República Plurinacional y la conquista de nuestra Segunda Independencia; y fomentar la organización a nivel local-regionalsectorial-nacional como sustento del proceso de construcción de un nuevo Estado democrático, descentralizado y transparente, al servicio de las clases populares y medias, en la ciudad y el campo.
El respaldo al presidente Castillo no es un cheque en blanco, sino que parte de las coincidencias con el Plan Bicentenario y el contenido del mensaje del 28 de julio, en los que fueron trazadas las líneas básicas para garantizar la vacuna universal y gratuita, promover una economía a favor del pueblo, priorizar la salud y la educación pública, enfrentar la inseguridad ciudadana y luchar sin doblegarse contra la corrupción.
Esto debe enrumbarse en la perspectiva de refundar el país construyendo una República de ciudadanos, dejando atrás la herencia colonial, la captura del Estado por los grupos de poder y la cultura de corrupción.
Así podremos fortalecer la democracia en un sentido político-social-económico y garantizar la gobernabilidad, siendo indispensable el diálogo social y el ejercicio de la participación y vigilancia ciudadana, lo que incluye también la corrección de errores para la mejora de la gestión pública, inclusive en lo que respecta a designaciones al más alto nivel.
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