25/01/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Titular publicado en la prensa española.
El desbordamiento de 6000 barriles con petróleo -cifras escondidas los primeros días- sigue siendo información de portada con participación y declaraciones de organizaciones ambientales, expertos, prensa de todos los colores. Interesados con “alguito” y también sin él.
Entre las cosas surgidas, ante la reacción primero de los pescadores, fueron los primeros en decir la verdad. Hablaron con el pan de sus hijos por delante. Dijeron, contaron, lo sucedido y, desde allí, comienzan las acotaciones, o denuncias, de los sabios. Las declaraciones de REPSOL con demasiadas explicaciones, pero, tratando de tapar, no con petróleo, aquel daño, en nada menos que 1 millón 739 mil metros cuadrados.
En las primeras informaciones, la empresa habló de, culpable de lo sucedido, a un “oleaje anómalo”. Un “oleaje anómalo” que dañaba dos reservas naturales, nueve playas, y a los miles de habitantes de la zona y de toda utilidad, para el resultado económico de los hombres, buscadores de su vida en ese sitio, y en esas aguas.
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Quienes han observado lo sucedido, y todos los resultados, hablan de lenidad funcional. De fallas humana. De organizaciones administrativas con historia y gran interés en varios sectores de culpar al otro. Los desaciertos no son de ellos.
Los millones de pérdidas, en dólares, son demasiados, y será la empresa quien deberá enfrentarlas. Lo sucedido es, y será, una muy buena oportunidad para el Gobierno. Acelerar la investigación. En el país suelen ser muy prolongadas.
Lentas. Esta vez debe ser diferente y nadie se opondrá. Todos los sectores buscan la justicia. El Gobierno tiene, por delante, una oportunidad deseada y esperada por todo el país, con los pescadores al frente. Justicia señores autoridades de Gobierno. Esperamos todo sea pronto.
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