03/12/2018 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
No solo los políticos son causa de la desgracia de nuestro país. Escuchar a Roque Benavides en representación de Confiep hablar de persecución a empresarios y avalar la cobardía de García, solo confirma la enormidad de nuestros males. Benavides sabe la implicancia de los empresarios en todos los robos al Perú. Benavides sabe que las coimas pagadas para las obras en el Perú las cancelan empresas y empresarios como él. Benavides sabe todo lo que se mueve para la adjudicación de concesiones mineras. Benavides sabe cuánto se paga desde el empresariado para financiar campañas y recibir a cambio leyes de un Congreso domado y obras de un Ejecutivo faldero. Benavides sabe lo que cuesta mantener las leyes laxas en materia laboral. Sabe con cuánto y cómo se financia eso de la flexibilización laboral. Benavides sabe lo que hicieron sus pares de Graña y Montero. Sabe todos los detalles de los manejos en JJ Camet o en ICGGSA.
Y cuando digo sabe, lo digo no porque necesariamente haya formado parte de estos fraudes miserables contra los peruanos. No es mi chamba ni saberlo ni decirlo. Sabe porque esto es vox populi. Sabe porque en los pasillos empresariales se mueven fórmulas matemáticas para pagar los diezmos. Se mueven industrias de facturas falsas. Se mueven cientos de asesores para abrir cuentas en Andorra y otros paraísos fiscales. Se mueven agentes políticos que arman engranajes para entrar facilito a las adjudicaciones de obras. Benavides, el factótum del empresariado nacional, sabe que la lepra maldita del robo está crónicamente penetrada en la piel de buena parte de nuestro empresariado nacional. Lo sabe y se hace el loco. Lo sabe y se hace el conchudo. Lo sabe y nos espeta en la cara con una frialdad impresionante eso de que los empresarios están perseguidos. ¡Pamplinas! Nadie los persigue.
Ojalá los persiguieran. Así darían cuenta de los millones de dólares robados con los dólares MUC. Ojalá los persiguieran. Así darían cuenta de los miles de millones embolsicados con el remate de nuestras empresas públicas. Dicho sea de paso el proceso de una de ellas acaba de entrar en investigación, ojalá seria, en el Ministerio Público a pedido de la Procuraduría Anticorrupción. Ojalá tuviéramos no uno, ni dos, sino un ejército de procuradores y fiscales persiguiéndolos para explicar cómo les dieron concesiones mineras tan baratas, cómo les perdonan impuestos que a la mayoría cobran con intereses y todos. Así explicarían cómo hicieron para hacerse de todos los esfuerzos económicos de los peruanos en más de 100 años con la ridícula suma de 7 mil millones de dólares que además desaparecieron en el decenio del fujimorismo. Nadie persigue a Roque Benavides ni a sus pares. Porque no les persiguen estamos como estamos. Nadie persigue al rostro visible del casi siempre insaciable empresariado nacional. Nadie persigue empresarios. Eso es lo peor. ?