OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: "Repudiable matanza terrorista"

El de ayer no fue un lunes cualquiera. A primera hora los limeños despertaron sorprendidos y alarmados por un fenómeno inusual, no ocurrido hace más de 50 años, que podría repetirse hoy o mañana, según los especialistas. Rayos, truenos, relámpagos y una posterior lluvia dejaron esa sensación de miedo.

Pero luego una noticia que hace mucho no se propalaba. El salvaje asesinato de al menos 16 personas, entre ellos dos niños calcinados, perpetrado por delincuentes de Sendero Luminoso, en el distrito de Vizcatán del Ene, en la provincia de Satipo, Junín, según lo reportado por la Policía que no descarta más víctimas.

Este sanguinario crimen es condenable desde todo punto de vista. Desde ya lo repudiamos y nos solidarizamos con las familias de las víctimas y el pueblo de Vizcatán. La muerte de estas personas inocentes, y el salvajismo con el que acabaron con la vida de dos niños, no debe quedar impune, amerita la firme intervención del gobierno y una investigación profunda para que se dé con los criminales terroristas que operan en esa zona, encabezados por el “camarada José” Víctor Quispe Palomino.

Es un hecho condenable que nos trae al recuerdo los cobardes atentados y asesinatos de los años 80 e inicios de los 90, que perpetraron los genocidas senderistas encabezados por Abimael Guzmán Reinoso.

Así como condenamos este salvaje crimen, invocamos también a la calma, la serenidad para no caer en comentarios apresurados e irresponsables, utilizados políticamente. Dejemos que las autoridades hagan su trabajo, que lo investiguen de inmediato, que den con los asesinos y su cabecilla que se dice está muy herido.

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Estamos a menos de dos semanas de la segunda vuelta electoral que decidirá al próximo presidente de la República, y coincidentemente otros atentados terroristas se han producido en vísperas de elecciones pasadas. Pero no olvidemos que el criminal accionar de Sendero Luminoso nace la noche del 17 de mayo de 1980, un día antes de las elecciones generales que marcaban el retorno de la democracia tras doce años de dictadura militar.

Fue en el pueblo de Chuschi, Ayacucho, el primer atentado. Un grupo de delincuentes subversivos quemó el material electoral que debían utilizarse el día siguiente.

El terrorismo debe ser combatido en su totalidad, no podemos retroceder 30 años y ese el desafío que tienen las autoridades de hoy y el próximo gobierno debe aplicar toda una estrategia para acabar con este enemigo de la democracia. Y quienes aspiran llegar a la Presidencia de la República deben desde ya exponer el plan de acción para acabar con estos criminales, pero no solo de palabra, sino decir cómo van a luchar contra los asesinos que lidera el “camarada José”.

Los peruanos no merecemos vivir amenazados otra por el terror. Hay que defender la democracia, para que reine la paz.

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