OPINIÓN | Luis Ángeles Laynes: “No se olviden de los compromisos"

La segunda vuelta electoral está por llegar a su fin con los resultados al cien por ciento que debe emitir la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y que deben ser proclamados por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) una vez que se resuelvan los casos de impugnación de actas.

Y aunque no está dicha la última palabra, es bueno que quien resulte el ganador no olvide los compromisos asumidos durante la campaña, que puso de manifiesto un país polarizado, dividido en dos y que se refleja en el resultado ofrecido hasta casi el 97% de actas procesadas.

Eso implica que el nuevo presidente de la República tiene que gobernar sin olvidar que hay una mitad de peruanos que no votó por él y cuyas demandas deben ser atendidas. El país necesita cambios profundos urgentes para salir de la crisis económica, política y social, agravada por la pandemia del coronavirus, y en eso están todos de acuerdo, sean de derecha, izquierda y centro. El Perú ya no puede ser el mismo que nos han dejado autoridades ineficientes y corruptas hasta antes de la pandemia. A partir del 28 de julio se deben implementar los cambios que permitan resolver los problemas de pobreza, de desempleo, de salud, educación, de vivienda, agua potable.

Por ello, es bueno también recordar los compromisos que asumieron durante la campaña, que los llevó incluso a firmar un Juramento por la democracia, promovido por la Asociación Civil Transparencia, la Conferencia Episcopal Peruana, la Asociación de Iglesias Evangélicas y la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, como respetar y defender los derechos fundamentales de las personas, no buscar ni intentar ningún mecanismo de reelección, así como que cualquier cambio y/o reforma, incluida la de la Constitución, solo se hará a través de los mecanismos constitucionales vigentes y en respeto al Estado de Derecho.

Respetar y proteger la independencia y los fueros de los otros poderes del Estado, así como respetar y proteger la autonomía de organismos como la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal Constitucional, la Fiscalía de la Nación, la Defensoría del Pueblo, el Banco Central de Reserva del Perú, entre otros.

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El resultado de esta elección obliga también a quien resulte ganador tender puentes, buscar acuerdos en común a fin de gobernar para todos los peruanos, y poner en marcha los cambios que se necesitan para sacar el país adelante. Ese es el mensaje del pueblo expresado en las urnas el domingo.

Pero si desde el mismo domingo después de la votación se invocó a los dos candidatos y a los peruanos a mantener la calma, la sensatez hasta que se den los resultados oficiales al cien por ciento, hoy tenemos que invocarles a reconocer y respetar la voluntad popular expresada en las ánforas, porque eso es parte de la democracia.

La campaña electoral ya terminó, la polarización y la guerra verbal de los dos últimos meses debe quedar ahí. El país no puede seguir dividido. Quien gobierne a partir del 28 de julio debe hacerlo buscando la unidad de todos los peruanos.

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