04/03/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Resulta verdaderamente increíble que, con tantas campañas orientadas a reducir los riesgos de incendio, sigan ocurriendo en nuestro país debido a la irresponsabilidad de las personas.
Me refiero al que sucedió el pasado jueves, afectando un barrio del distrito de San Juan de Lurigancho, cuyos vecinos tuvieron que ser evacuados para evitar mayores daños a la vida.
Esta vez se trató de lo que aparentemente era una vivienda y que, luego de las primeras indagaciones y según las autoridades, resultó ser un almacén clandestino de materiales altamente inflamables.
Para neutralizarlo, los Bomberos Voluntarios tuvieron que destinar más de 50 unidades móviles, entre autobombas, camiones cisternas, escalas telescópicas y carros de rescate.
También se desplegaron más de 150 efectivos, en su gran mayoría jóvenes profesionales nales, estudiantes y trabajadores, que tuvieron que dejar sus ocupaciones para servir a la comunidad.
Todavía no se sabe cómo fue que el fuego sin control empezó a convertir esa zona residencial en un auténtico desastre, poniendo en peligro la vida de decenas de familias. Unos dicen que pudo haber sido a consecuencia de un corto circuito por la sobrecarga de las instalaciones eléctricas, otros por la inflamación de una cocinilla.
Aunque se tiene certeza de que fueron los depósitos de Thinner en presentación líquida que allí se guardaban -sin medidas de seguridad-, los responsables de avivar las llamas y ocasionar tantas pérdidas.
Este producto es un diluyente o adelgazador de pinturas, resultado de una mezcla química de derivados del petróleo que emite vapores y que es considerado muy nocivo a la salud.
Por eso, el impacto de este incendio en el medio ambiente sigue siendo devastador, por la gran emisión de humos altamente tóxicos que siguen emanando de las cenizas.
¿Por qué debemos seguir ocupándonos de estos casos cuando ya no deberían darse? Es una reflexión que les dejo en este fin de semana y cuyo resultado será poner manos a la obra e inmediatamente hacer algo concreto.
Como por ejemplo denunciar ante la municipalidad si es que tenemos conocimiento de que en un lugar cercano a nuestro hogar se están acumulando sustancias peligrosas. Esta es una de las maneras de reducir los riesgos a la vida y la salud, de proteger a nuestro barrio, y de contribuir con la prevención de emergencias que tanto dolor nos causan.
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