Edic. Impresa

OPINIÓN | Julio Schiappa: Putín; jaque sin mate

Putin ha jugado su último jaque. Su mate depende de si logra controlar las variables del conflicto, como un boche dentro de Ucrania, una guerra de intensidad
putin-jaque-sin-mate-exitosa
23-02-2022

Acabo de escuchar el largo discurso de Putin, el ex agente de la KGB que gobierna Rusia. Nunca lo vi tan emocionado ni hablar tan largo.

Una gran excepción en un líder caracterizado por la mirada glacial y la sonrisa a media caña que caracteriza a los espías... y a los Ternas, cuando cumplen su misión.

Putin acaba de dar un golpe sorpresa al anexar dos provincias separatistas, llenas de rusos, llevados como Mitimaes por Josef Stalin. Allí se habla ruso, se piensa en ruso y se vive como rusos, son admiradores de Putin y odian a los ucranianos.

Putin dijo mucho en su largo discurso, relatando el origen histórico ruso de Ucrania, señalando que el país era una creación de los bolcheviques y que carecía de personería e historia para ser una nación. “Siempre ha sido parte de Rusia”, sentenció.

Quizás te interese leer: Vladimir Putin dice que “ya no existen” los acuerdos de paz en Ucrania

Aunque sus palabras agraden a una mayoría de rusos, que siguen los amagos de guerra, con la camiseta de su selección de fútbol puesta, el jefe del Kremlin refuerza el mensaje extremista de la “Gran Rusia”. Un riesgo para EEUU y la UE, pero que habla de una cercanía indudable a los nacionalistas de todo el mundo, galvanizando ideológicamente a conservadores como Trump, Dominique Le Pen (líder de la derecha francesa), Víctor Orban (presidente de Hungría) y otros.

En segundo lugar, está la jugada de tomar prendas territoriales, magnifica forma de empezar negociaciones cuando tienes las armas para persuadir a tus enemigos que es la bolsa o la vida, o la guerra o el territorio.

En tercer lugar, al reconocer políticamente dos territorios separatistas sin invadir Ucrania, Putin pone contra las cuerdas a los aliados de EEUU que observan -con estupor- que el líder ruso los obliga a jugar con dos rivales y la propia nación de los pares a la vez.

Putin ha jugado su último jaque. Su mate depende de si logra controlar las variables del conflicto, como un boche dentro de Ucrania, una guerra de intensidad y alcance regulado.

Si sale de ese marco, ni China podrá salvarlo

ÍGUENOS EN REDES SOCIALES