OPINIÓN | Jorge G. Solís: Economía según el color del cristal con que se mira
La frase “todo es según el color del cristal con que se mira”, viene de unos versos de Ramón de Campoamor (1817-1901) incluidos en su poema de 1846 “Las dos linternas” ( perteneciente a su obra “Las Doloras”): De Diógenes compre un día la linterna de un mercader / distan la suya y la mía /cuando hay de ser a no ser /Blanca la mía parece /la suya parece negra /la del todo lo entristece /la mía todo lo alegra/ Y es que en el mundo traidor /nada hay verdad ni mentira / todo es según el color del cristal con que se mira.
Esta alegoría la realizo en el contexto de la reciente entrevista al Sr. Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva, publicada en el diario Gestión; cuando afirma con cierta “pompa” que el crecimiento del PBI este año será del 3.4% y que estaríamos entre los seis países con mayor crecimiento de América Latina, ocupando el segundo lugar después de Colombia y la inflación a pesar de estar subiendo, sería la más baja de los seis países más grandes y medianos de américa latina -región que crece pobremente- merced a una política fiscal ordenada; señalo, además, que somos uno de los países conjuntamente con Brasil que ha reducido más rápido su déficit fiscal, el año 2020 fue 8.9%, el año pasado fue 2.6%, etc.
Claro que lo anunciado por el presidente del BCR es bueno en términos de crecimiento; sin embargo, la moneda de la economía tiene dos caras. El crecimiento tiene que ver con la productividad y los ingresos de un territorio, mientras que el desarrollo se enfoca en medir las mejoras de vida de una población; siendo que, en términos de bienestar estamos en rojo.
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La pobreza monetaria al cierre del 2019 se redujo a 20.2% y la extrema pobreza a 2.9%, la tragedia es que, como consecuencia de la pandemia y su grave impacto en la economía, la pobreza bordea el 35% y la extrema pobreza el 10%, más de 3.3 millones de MYPES salieron del mercado y el empleo informal representa el 85% de la PEA, lo que significa una regresión histórica de 15 años.
Una de las cifras macro que grafican ese ilusionismo, es el anuncio de que el Perú había recuperado e incluso superado el nivel de RIN (reservas internacionales netas), blindaje frente a choques externos, que también es una buena noticia, pero contrasta con la economía real, es decir la economía de la gente; por ejemplo, al cierre del 2020 el RIN era equivalente al 38% del PBI, mientras Chile contaba con un RIN equivalente al 14% del PIB; no obstante, en el ranking del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de las Naciones Unidas, Perú figura en el puesto 82 y Chile en el puesto 43.
Entonces, la tarea es reactivar la economía desde abajo, es urgente un Reactiva MYPE de S/.15,000 millones; impulsar la inclusión financiera como vehículo de desarrollo fortaleciendo a las entidades microfinancieras, etc. De lo contrario, será una nueva oportunidad perdida.
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