OPINIÓN | Javier Zúñiga: Un incremento de precios descontrolado
En abril, la inflación nacional fue de 1.13% y en Lima Metropolitana alcanzó 0.96%. Si bien estas cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática son menores a las de marzo, el riesgo es de continuar con una tendencia de los precios hacia el alza.
Entre los meses de abril de 2021 y marzo de 2022, la inflación nacional se ubicó en 8.62%, la cifra más alta desde 1998. El mes pasado, la inflación interanual fue de 7.45%.
Al mes de abril, todas las divisiones de consumo se vieron afectadas por la inflación, siendo las que más presión presentaron las de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas con 2.81%, Transporte con 1.04% y Restaurantes y Hoteles con 0.92%.
En este contexto, la administración de la tasa de interés de referencia del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) que permanecerá al alza buscará obtener su principal objetivo que es hacer frente al incremento de los precios nacionales.
Si bien se busca que la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) y el aumento de la Remuneración Mínima Vital (RMV) ayuden a reducir los precios locales, lo que se lograría es deteriorar el presupuesto público, por el lado del IGV, generando un mayor número de empleos. Por el lado de la RMV, una minoría estaría siendo beneficiada, lo cual, a su vez, induciría a la especulación en los mercados, aumentando los precios, dado que (en teoría) las familias tienen mayores ingresos.
A la crisis política, la que ha tenido su mayor auge a partir del 2021, se le suma la intención de realizar un referéndum para cambiar la actual constitución peruana, la cual, dicho sea de paso, ha sido la que implementó las reglas de juego (en el marco económico) para que el Perú sea un país atractivo para las inversiones y una de las economías más estables de la región de las últimas décadas.
Lo más perjudicial, en el tema inflacionario, sería aplicar control de precios, sugerencias que se han realizado desde el partido de gobierno. El control de precios es perjudicial, pues fijar un precio “bajo” impediría a las empresas vender sus productos.
La inflación nacional no solo depende de factores internacionales, como la guerra entre Ucrania y Rusia, sino también de factores internos. Esta situación no debe usarse para lograr fines políticos. La inflación puede controlarse, en una gran proporción, si se soluciona la incertidumbre política actual, no a través de una asamblea constituyente.
Síguenos en redes sociales