OPINIÓN | Javier Zúñiga: Consecuencias de la rebaja crediticia
El 18 de marzo, Standard & Poor's, una de los principales calificadores crediticias a nivel mundial, rebajó de BBB+ a BBB la calificación crediticia del Perú. La razón de dicho descenso es la persistente crisis política que “está socavando los esfuerzos por mantener una sólida confianza de los inversores y limitando la perspectiva del crecimiento”. Esta situación es importante analizarla porque una rebaja crediticia es perjudicial para el país.
La rebaja de las calificaciones crediticias tiende a encarecer los préstamos que un país solicita al exterior, al pagar una mayor tasa de interés, pues el país es visto como más riesgoso. Esta circunstancia no solo afecta al país sino también a sus principales instituciones financieras y empresas que acceden a créditos del exterior.
La inversión extranjera también se ve afectada por esta situación. Si bien el país tendría que pagar más por los créditos del exterior, aún podría acceder a ellos debido a la confianza monetaria construida por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP); sin embargo, el flujo de capital extranjero destinado a la inversión no tendría la misma suerte.
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La confianza empresarial peruana también se vería deteriorada en el corto plazo debido a esta coyuntura. Antes de la rebaja, los indicadores de confianza empresarial de corto plazo se encontraban en un rango pesimista; ahora las empresas tendrán una menor confianza para reactivar sus proyectos de reinversión o de expansión.
En cuanto a los indicadores sociales, la rebaja crediticia afectará negativamente al empleo y a la pobreza, de manera indirecta. El encarecimiento del crédito significa una reducción del endeudamiento por parte del Estado, lo que representa menos dinero para gastar en obras de saneamiento, carreteras y otras obras de infraestructura, convirtiéndose en un inconveniente en el incremento del empleo nacional.
A raíz de la rebaja crediticia otorgada al Perú, S&P decidió rebajar la calificación de cinco bancos que operan en el Perú. Esta situación resulta del deterioro crediticio del Estado, el cual no podría brindar apoyo extraordinario al sistema financiero, en caso fuera necesario.
Una rebaja en la calificación crediticia, es un peligro para la economía y las familias del país. Una desaceleración económica, altos índices de desempleo y una inflación elevada afectarían severamente el bienestar social, principalmente de los más pobres.
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