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OPINIÓN | Jaime O. Salomón: Sueños del Perú

"Cuando la sociedad enciende algún piloto debiera ser para pretender ser mejores; mejores ciudadanos, mejor ciudad, mejor región, mejor país..."
gente-peru-refe
21-07-2019

Por Jaime O. Salomón / ciudadano, emprendedor y docente.

Las brechas existentes podrán ser eliminadas si es que se desea mejorar la condición de vida de ese humano que aún vive en el tercer planeta del sistema solar, llamado Tierra; siendo lo más lejano el haber llegado a la Luna hace 50 años y un día.

El tema es que vivimos con la decisión -o decepción- de siem­pre elegir el mal menor. Van casi 30 años que seguimos eli­giendo lo menos malo, haciéndonos falsas esperanzas; y a eso nos hemos acostumbrado, como sociedad. Se hace más que necesario clarificar el escenario antes de tomar decisiones.

Desde Presidentes, Gobernadores, Alcaldes, Congresistas y cualquier persona elegida por votación popular... la mayoría termina eligiendo el menos malo. Peor aún, los elegidos que escogen a “ciertos personajes” que manejan las carteras; siem­pre el mal menor.

Y, como sociedad, ¿qué hacemos? Nada. Algunos países han olvidado que el invertir en infraestruc­tura apropiada es lo que permite un mejor vivir. Que sobre los sueños de la humanidad aparecen los límites que interpone el ser humano. El tema es ser capaces de soñar.

El plan piloto “pico y placa” (término copia de la hermana República de Colombia) en nuestra capital, atiborrada de ciu­dadanos y miles de vehículos -que inicia mañana- es un ejem­plo. Hay quienes ven con escepticismo esta medida y otros aplauden sin siquiera ver el efecto de esa implementación. Esperamos funcione, pero cómo ya hemos dicho en columnas anteriores, cabría preguntarse si esa acción obedece al resul­tado de una planificación o solo se trata de un acto que da tri­buna y mejor posición en las encuestas a unos, sin tener aún un buen sistema público de transporte. Improvisar desde el Estado no es el futuro.

Si trasladamos ello a otros sectores, también públicos, vería­mos por ejemplo que en las varias empresas públicas no exis­te la previsión, ocasionando increíbles gastos que solo llenan bolsillos ajenos, a costa de los peruanos.

Claro, ellos quieren hacer caja para viajar a la luna. Cual tremendas organizaciones paralelas que vienen logrando el bienestar de ese grupúsculo, a quienes poco les interesa el bien de la sociedad.

Y qué decir de los Gobiernos regionales y locales, donde, sin plan de gobierno alguno, es la intransigencia e improvisación la moneda corriente la que da pantalla, protagonismo y algu­nos números más en la balota; atreviéndose a desconocer el respeto por los poderes del Estado.

Cuando la sociedad enciende algún piloto debiera ser para pretender ser mejores; mejores ciudadanos, mejor ciudad, mejor región, mejor país. Utopía que lleva décadas, sin ciu­dadanos que -con experiencia y conocimiento- sepan soñar y buscar el bienestar y desarrollo de todos los peruanos. Trabajemos por el Perú.