18/08/2019 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Por Jamime O. Salomón / Ciudadano, emprendedor y docente.
Mujeres y hombres son el elemento fundamental en la búsqueda de plataformas que darían solución a los problemas del país.
La meta es una economía basada en el conocimiento e innovación, con accesos igualitarios y con libertad de los seres para decidir sobre su libertad individual y el bienestar de la sociedad.
Ello se hace posible con el empoderamiento de las personas, en varios niveles: social, cultural, económico y en el desarrollo de las capacidades.
Los hombres aún tienen más oportunidades, por lo que es deseable dar continuidad a las incursiones pioneras de las mujeres en el ámbito público.
Debemos crear conciencia sobre la lejanía del Estado, cuya existencia genera inequidades que terminan generando barreras de acceso a la educación, las desigualdades de poder entre hombres y mujeres, así como la desprotección y desbalance existentes aún en el siglo XXI.
Ni que decir sobre la discriminación.
El empoderamiento es imprescindible y la innovación saludable cuando se trabaja para generar igualdad de oportunidades y libertad de pensamiento.
Una escena que he visto repetida en mi experiencia como profesor universitario, son jóvenes mujeres en las aulas de pre y posgrado, quizá sin reparar que su sola presencia es muestra de una de las transformaciones sociales más importantes en los últimos dos siglos.
El acceso al conocimiento a través de la educación --'el acceso al mundo de la escritura'-- ha pasado de ser algo excepcional a ser más bien un tema cotidiano en nuestro país.
Haciendo historia, Trinidad María Enríquez fue la primera mujer, cusqueña y peruana, en ingresar en 1875 a la Facultad de Jurisprudencia; Clorinda Matto de Turner, otra ilustre cusqueña y escritora indigenista, fundó en 1892 la imprenta llamada “La Equitativa” gestionada únicamente por mujeres y que tres años más tarde sería destruida en coincidencia con el inicio de la República Aristocrática Peruana (1895). Ellas, entre otras, reconocieron que la igualdad entre ambos sexos debe fortalecerse y perdurar.
Garantizar el empoderamiento y valoración de las mujeres pasa por disponer de una visión de igualdad, con familias cariñosas, con apropiada alimentación y salud, educación de primer nivel, ganas de trabajar duro para alcanzar los objetivos, la eliminación de toda forma de violencia contra la mujer y el reconocimiento que tanto mujeres como hombres, competentes, somos seres humanos que marcaremos el camino para un país desarrollado, coexistiendo dentro del mismo planeta llamado Tierra.
Debemos construir puentes y dejar de poner muros entre los peruanos. Se requiere que los tres niveles de poder del Estado participen. Fomentemos emprendimientos y desarrollemos nuestra gran Nación.
Trabajemos por el Perú.