OPINIÓN | Jaime O. Salomón: Calle cerrada

Con la realidad actual viene a la mente esa cavidad (es­tanque) para la expulsión de desechos, situada en la parte final del tracto digestivo de... los animales.

Cual calle cerrada, quedan pocos peces en este estanque político.

Al apreciar cuantas leyes han aprobado en los ya tres años, se desprende que en esos más de 1100 días se dedi­caron a peleas por apoderarse de las comisiones, a reafir­mar que “gobiernan el país desde el Congreso”. A propalar frases como por ejemplo: “Diferenciemos las diferencias diferenciables”, “la izquierda bruta y achorada”, “no es lo mismo un sueldo en Lima, que en la montaña o la sierra”, “las mujeres se relajan en la peluquería”, “leer da Alzhei­mer”, o el “cómo es la nuez”.

Por otro lado, ya apreciamos a interesados en candida­tear, desde famosos afanosos, hasta representantes de los actuales. Común denominador es que hablan cual políti­cos baratos prometiendo u opinando fuera de la realidad nacional; prometiendo lo imposible.

Ni hablar de las colocaciones de fin de fiesta que ya empezaron, para dejar enquistados en el Estado a cier­tos amigos o relacionados; y, para que puedan “entrar” les han rebajado los requisitos de experiencia y educa­ción; cual frutos de árboles enfermos que “quieren” estar en boca de los comensales.

Mayor eficiencia personal y estatal permitiría concentrarse y trabajar para el desarrollo del país, cuidando el medio am­biente y con igualdad social. Recomendable que aprendan de cada tema antes de hablar y que trabajen por el Perú.

Estas dos próximas semanas son clave para nuestra de­mocracia. Aparentemente -ojalá no- veremos o el cierre de un poder o lo mismo por dos años más: Congreso que busca la suya y Ejecutivo que requiere una mezcla de capa­cidad técnica en gestión, dirección y política.

Ojalá maduren y apuesten por el bienestar de todos los peruanos, que lleguen a buen puerto a través de un proce­so de diálogo bien llevado, que vean las cosas con claridad y que se disipe esa niebla (incertidumbre) a la que sus ce­rebros están expuestos.

Parafraseando a Gianmarco: Agradezco la oportunidad de construir sueños en tu suelo, por abrazar mis esperan­zas, ser generoso y paciente. Por enseñarme a pintar tu bandera, a cantar el himno, a dibujar tu mapa. Te conver­tiste en un amigo entrañable, con un nombre potente al pronunciar. ¡Gracias Perú!

Hay mucho por hacer; trabajemos por el Perú.

Por: Jaime O. Salomón / ciudadano, emprendedor y docente.