06/02/2019 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
“La paridad de género está bien para el Congreso, pero no para la Junta Nacional de Justicia porque allí se necesitan cerebros”, ha dicho el portavoz fujimorista Carlos Tubino. El caricaturista Carlín se pregunta si Tubino piensa que “las mujeres tienen menos cerebro” o “en el Congreso no se necesita cerebro, y la prueba soy yo”.
Esas cotidianas pachotadas me hacen recordar algunas que diariamente ocurren en las cortes norteamericanas.
Hace algún tiempo, Perry Mason mostró al mundo lo que supuestamente es el abogado norteamericano: inteligente, ágil, valiente, irónico, veloz para adelantarse a sus adversarios e histriónico para impresionar al jurado.
La verdadera imagen del letrado de este país parece ser otra. Un boletín del Bar Association Lawyers (Colegio de Abogados) de Massachussetts contiene algunas preguntas y diálogos sostenidos en audiencias que servirán para que ustedes mismos se hagan una idea.
Abogado: Doctor, ¿es posible que el paciente aún estuviera vivo al inicio de la autopsia?
R: No. Porque el cerebro estaba en una jarra, a unos metros de allí.
A: No obstante, ¿podría haber estado vivo todavía el hombre?
R: Sí. Es posible que estuviera vivo, y practicando la abogacía en una corte.
Preguntas sagaces:
- ¿Estaba usted presente cuando le tomaron esta foto?
- ¿A qué distancia, uno de otro, estaban los carros en el momento del choque?
- Usted estuvo allí hasta el momento en que salió, ¿es eso cierto?
- Entonces, ¿cuántas veces ha cometido usted suicidio?
Y más diálogos:
-¿Entonces, el momento de la concepción de su bebe fue el 8 de agosto?
-Sí
-¿Y qué estaba haciendo usted en ese momento?
-Doctor, ¿cuantas autopsias de personas muertas ha hecho usted?
-Todas las autopsias las hago sobre personas muertas.
- ¿Se dio cuenta de la hora en que usted examinaba el cuerpo?
-Sí. La autopsia comenzó a las 8 y 30.
-¿Y el Sr. Dennington estaba muerto en ese momento?
-No. Estaba sentado en un sillón y se preguntaba por qué estaba yo haciendo una autopsia.
-¿Cómo terminó su primer matrimonio?
-Por muerte.
-¿Por la muerte de quién?
-Ella tenía tres hijos, ¿correcto?
-Sí.
-¿Cuántos eran niños?
-Ninguno.
-¿Y cuántas eran las niñas?
-¿Estaba usted calificado para dar un examen de orina?
-Lo he estado desde mi más temprana infancia.