05/05/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
El precio del litio se ha disparado de forma notable en la última década. Trading Economics muestra que, a principios de febrero del 2020, la tonelada de carbonato de calcio cotizaba a US$10,800 y ahora está en US$59,200.
Una subida exponencial que, unida a su escasez, está llevando a las empresas automovilísticas a adentrarse directamente en el mercado de diferentes maneras. De hecho, Tesla ya ha dejado abierta la puerta a esta posibilidad, aunque no es la única, pues Elon Musk, el empresario estrella que ha comprado Tweeter por US$44,000 millones, aseguraba que “El precio del litio ha llegado a niveles de locura”.
Reuters dice que la firma china Ganfeng Lithium, principal productora de litio, invertirá en una planta para baterías de vehículos eléctricos con energía solar en el norte de la Argentina. Esto ha hecho, además de otras incursiones de China allí, que los EEUU manden misiones de diferente tipo e incluso vean la forma de solucionar la cuantiosa deuda de US$45,000 millones que ese país tiene con el FMI. El litio está siendo valorado y en Perú hace unos 3 años una empresa subsidiaria de Plateu, descubrió en Macusani, Puno, unos 2.5 TM de litio con alta ley acompañada de Uranio, y se señaló que podría ser la mina más grande del mundo.
Por diversos problemas, esto ha pasado a manos de la minera canadiense American Lithium, en pleno proceso de absorción de Plateau Energy, que tiene las concesiones en territorio peruano. Pero hay silencio sepulcral con el litio.
Y esto a la luz de lo sucedido en Cuajone y Las Bambas preocupa, pues habiéndose disparado el precio del cobre ostensiblemente y nos ha parado la olla desde el año pasado y su proyección es óptima por el tema del cambio climático, no haya política de Estado para los minerales y todo lo contrario una absurda Asamblea Constituyente en ciernes.
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