OPINIÓN | Dennis Falvy: Un problema más del cambio climático
Sarah O `Connor para el Financial Times, dice que a medida que Gran Bretaña atravesaba el día más caluroso el mes pasado, las camionetas de entrega de supermercados tenían serios problemas, pues si bien es cierto tienen tecnología para mantener la comida y la bebida frías en la parte trasera, eso es todo.
Las furgonetas no tienen mayormente aire acondicionado en las cabinas. Señala que la Cía. Tesco tiene a la mayoría de sus vehículos de parque antiguo. Pero advirtió que la compañía en la “Ola de Calor”, sus conductores sin aire acondicionado “pudieron mantenerse seguros y cómodos con ventilación, descansos regulares y mucha agua”.
Y ya hay otras compañías que señalan que aumentarán en sus flotas las que tienen aire acondicionado, como es el caso de Ocado y la que sí las tiene al 100% que es Waitrose, quien señaló que cada furgoneta ha insumido 1,000 libras esterlinas para el aire. Y las quejas son ciertas, porque este trabajo implica incluso levantar cargas pesadas por las escaleras. A medida que las olas de calor se vuelven más frecuentes y hay más calentamiento, los trabajadores y empleadores afectados se ampliará.
Un estudio de Met Office señala que el estrés por calor puede causar calambres musculares, desmayos y agotamiento. El golpe de calor también puede matar. En los días con temperaturas superiores a 90F (alrededor de 32° C), los trabajadores tenían un riesgo de lesiones de 10% mayor. La Organización Internacional del Trabajo dice que, a los 34ºC, un trabajador que opera a intensidad moderada pierde el 50% de la capacidad de trabajo. Y los trabajadores en empleos precarios, con poca presencia sindical, corren el mayor riesgo.
Se dice que la pandemia dividió el mundo del trabajo en aquellos que podían trabajar en casa y aquellos que no y el virus expuso principalmente grietas de desigualdad que ya estaban allí. Es probable que el planeta en calentamiento haga lo mismo, sentencia O`Connor.
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