OPINIÓN | Dennis Falvy: El dólar no quiere morir por ahora
Charles Hugo Smith, para Investing.com, señala que sellar el ataúd del dólar requiere una moneda de reserva de reemplazo, y eso resulta ser mucho más complicado de los que muchos creen.
Y es que razones sobran para que el dólar muera, pues además de ser una moneda Fiat y que se manejaron en 1973 con los petrodólares, la deuda de los EEUU es apoteósica, la inflación ha vuelto con ganas y el uso y abuso de la maquinita y de subsidios del Tesoro ha sido descomunal. Pero y siempre hay un, pero ¿Qué requisitos debe tener el sustituto al dólar?
En la actualidad no hay ninguna que tenga la escala suficiente, es decir unidades para el comercio, crédito, pago de deuda y como reserva. Debe flotar en los mercados y no ser manejado por sus gobiernos o Centrales. Respaldada por bonos que, asimismo, paguen intereses libres. Y esto pues la combinación de un mercado transparente que descubre el precio y ofrece liquidez y el interés pagado no se presta a la hiperinflación.
Porque la dinámica de los mercados actúa como reguladora de la creación de "dinero" y la emisión de bonos. Si el rendimiento es demasiado bajo para el riesgo, los compradores desaparecen y el mercado de nuevas emisiones colapsa. Debe, asimismo, proporcionar liquidez y convertibilidad. La moneda refleja la riqueza, la estabilidad económica, social y política, la productividad y la confiabilidad financiera de la entidad emisora, y ello está determinado por la confianza de la entidad en mercados transparentes y líquidos para descubrir el precio y el valor.
Es decir, los requisitos de un reemplazo son altos y ninguna moneda cumple estos requisitos: gran escala, flotación libre, respaldada por bonos que devengan intereses cuyo precio es descubierto por los mercados que deben ser extremadamente líquidos. Y, la moneda se emite mediante un sistema transparente que depende de que los mercados descubran el precio de la moneda, los bonos y el riesgo. El dólar sigue, por ahora, vivito y coleando.
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