OPINIÓN | Dennis Falvy: Ajustes y una regla de oro
Veo en la TV al ministro de Economía y percibo que está solo en ese gabinete donde hay ministros como el de Cultura y de Comercio Exterior que parecen cualquier cosa, menos que manejan sus portafolios. Veo, asimismo que es claro en señalar que no pudo transar con transportistas, que parece que piensan que el Estado tiene dinero como cancha o que endeudarse no es problema.
Anuncia el volver a dar S/2,000 millones de subsidios para los más pobres, porque la inflación alimentaria los carcome y, por supuesto, no suma lo del Fonavi, ONP, otras contingencias que buscan los maestros y las yapas del incremento y presión de gasto de las CTS y AFP. Soslaya que el BCRP tiene que subir su tasa de referencia de manera fuerte y causar recesión, si es que quiere al menos controlar la inflación que en muchos sectores de consumo supera con varios puntos al promedio del IPC.
En este contexto leo en Project Syndicate al analista Jim Oneill, que señala que hay tres elementos a considerar. En primer lugar, los gobiernos deben permitir que sus bancos centrales hagan lo que tengan que hacer para controlar los precios. En segundo lugar, los políticos deben dejar de crear la impresión de que los gobiernos tienen un árbol mágico del dinero que pueden sacudir para resolver cada problema que surja.
Una regla de oro es la del primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, que permitía al sector público pedir prestado solo para pagar la inversión de capital, mientras que el gasto corriente tenía que financiarse con impuestos y otros ingresos. Y, en tercer lugar, los gobiernos deben tomarse más en serio el gasto de inversión a largo plazo. Se debe explicar al público por qué es de interés para todos aceptar algunos reveses de ingresos reales como parte del proceso de controlar la inflación.
Sin estabilidad de precios o mejoras en la productividad, todo será económicamente insostenible, serán solo frases huecas y peligrosas y habrá caos, dolor y sufrimiento.
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