10/03/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Desde siempre, el Perú ha acogido poblaciones extranjeras venidas del mundo entero. Y, cada ola migratoria ha debido hacerse un espacio de vida entre los aborígenes peruanos, en el sentido primigenio del término. Las causas de la inmigración no han cambiado, haciendo de las guerras y conflictos sociales los que empujan a millones a partir.
Ucrania hoy cuenta ya con dos millones de desplazados quienes a lo mejor regresarán a sus tierras en algunos años, o quizás nunca. También influye como polo de atracción el nivel económico del Perú, el cual se encuentra en un proceso de crecimiento económico desde inicios de siglo. El éxito de su integración se ha debido a que la población peruana ha tenido una fascinación por lo extranjero, venga de donde venga, haciéndolo objeto de interés, rara vez de exclusión. A decir verdad, el racismo y clasismo se ha practicado más entre los propios peruanos en nuestra migración interna.
Aunque la capacidad de absorción de inmigrantes es buena, cada vez se siente la creciente exclusión hacia los nuevos llegados. Esta creciente xenofobia, utilizada a cada elección, alimenta la dificultad o el rechazo hacia la integración de los extranjeros y sus hijos. Una de las razones es que Migraciones ha limitado su accionar a la entrega de permisos de residencia y la ausencia de un plan migratorio, en el que se pueda obtener lo mejor de aquellos que eligen al Perú como su tierra de acogida.
En este sentido, se han dejado de lado los temas conexos a la inmigración: integración, legislación, emprendimientos, estudios y trabajo. Es así que, por ejemplo, se hace imprescindible conocer el nivel académico y profesional de los inmigrantes. Pese a que la educación es un derecho constitucional, las diferentes trabas burocráticas son todavía barreras que impiden su acceso. De allí que convalidaciones y revalidaciones requieran ser parte de un solo trámite, porque el tiempo que el inmigrante pierde lo aleja de su integración en el mundo profesional.
Esto es lo que se conoce como la integración por el trabajo. Asimismo, la formación cívica debe ser obligatoria. Municipalidades y regiones deben enseñar nuestra Constitución, cultura, historia y valores a los inmigrantes, para la entrega de su permiso de residencia. Esto implica que los distritos tienen una labor importante por ser la primera puerta de recepción. Es de allí que deben salir los primeros certificados de integración, los cuales deben dar el acceso al pasaporte peruano como fruto de una integración exitosa.
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