OPINIÓN | Ántero Flores-Aráoz: Solución de controversias políticas
Por Ántero Flores-Aráoz / expresidente del Congreso de la República.
Cuando existen diferendos entre particulares o entre particulares y el Estado, se recurre al Poder Judicial para que luego de debido proceso, determine quién tiene la razón.
En el transcurso de los tiempos se fueron creando mecanismos paralelos, que pudiendo suplir a la decisión judicial, en la práctica fuesen menos complicados y también menos morosos. Entre los mecanismos en cuestión tenemos la negociación directa, la conciliación con intervención de un tercero facilitador, así como el arbitraje, este último en que la decisión de los jueces nombrados por las partes, definen el diferendo con laudos que tienen autoridad de sentencia.
Adicionalmente, cuando existen diferendos entre organismos del Estado, se puede recurrir al Tribunal Constitucional quien determinará la autoridad que sea competente para el tema.
En el caso de diferendos políticos usualmente los actores de la discrepancia buscan a través del mecanismo de negociación directa, la solución de sus problemas, para lo que se requiere de diálogo franco, alturado y respetuoso.
También los actores políticos para resolver sus disputas o diferente visión de las cosas, buscan un facilitador que los ayude a conciliar. En muchos países el facilitador ha sido un ex Presidente de la República o de Gobierno, que con su mediación busca ir acercando a las partes en conflicto hasta que se ponen de acuerdo, pero lamentablemente en nuestra patria ningún ex Presidente de la República tiene en la actualidad autoridad para ello, dado que todos llevan sobre cuestas procesos de carácter penal que dificultaría su intervención, credibilidad e imparcialidad.
En otras oportunidades se ha buscado la intervención mediadora de la Iglesia Católica, que es mayoritaria en el Perú, pero lamentablemente el cardenal Cipriani dejó de ser arzobispo de Lima, el nuevo arzobispo capitalino aún no tiene la experiencia como el otro cardenal tampoco, y el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana tiene nuevas funciones en la CELAM que le impiden el ejercicio de otras obligaciones.
En cada país hay referentes políticos, cívicos y experimentados ex altos funcionarios que podrían ejercer la función facilitadora de conciliación, y en el caso peruano únicamente tenemos a Luis Bedoya Reyes que, con sus cien años, difícilmente aceptaría una responsabilidad de dicha naturaleza, y peor aun cuando en tiempo pretérito hubo desaire gubernamental.
Todo lo expuesto nos hace recordar que existe el Acuerdo Nacional y su Foro, por lo menos en el papel, pues hace bastante tiempo no cumple función alguna, al no haber sido convocado por el Presidente de la República que también es su Presidente.
En el Foro del Acuerdo Nacional está representado el Gobierno, los Partidos Políticos con presencia parlamentaria y organizaciones representativas de la sociedad civil, entre las que se encuentran los principales credos religiosos en el país. Si bien es verdad no puede esta entidad servir como facilitador de una sana conciliación, si es un buen escenario para que todos puedan dialogar respetuosamente y llegar a consensos que eviten males mayores y, que por fin nuestros políticos pongan como norte común la prosperidad de la patria y de sus integrantes.