OPINIÓN | Antero Flores-Araoz: Petróleo carísimo
Una de las causas de la elevación del precio del petróleo y sus derivados a nivel mundial, es por efecto de la guerra entre la Federación Rusa y Ucrania y, además por su carácter de “commodity” están fijados internacionalmente y cotizados en bolsa. Si el valor de venta internacional es el mismo, preguntamos por qué, en algunos países, el precio crece vertiginosamente, en dígitos superiores al promedio internacional.
Dos de los ejemplos en nuestro hemisferio son Uruguay y Perú. Una de las causas sería el costo del transporte, ya que no todos los países tienen petróleo o lo tienen insuficiente, como es el caso del Perú que únicamente produce 40,000 barriles, cifra reducida respecto a lo que se importa. Otra de las motivaciones es la tributación a que está sometida la comercialización del petróleo y sus derivados, que no en todos los países es similar.
En el Perú su importación está afecta a los aranceles aduaneros fijados por el Poder Ejecutivo, a lo que se añade el Impuesto General a las Ventas (IGV) que está normado por ley del Congreso, así como el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) regulado por el Poder Ejecutivo. Todo lo señalado en la comercialización, puesto que las empresas que importan el petróleo y derivados, las que los almacenan y las que los refinan, están sujetas al Impuesto a la Renta.
Es vital que el precio del petróleo no sea excesivo, pues influye en el transporte de carga como de personas y, cuando el transporte sube, como por imán sube también el precio de los demás productos, bienes y servicios y, adicionalmente existe un problema social. Las remuneraciones de los asalariados no suben en simultáneo y si lo hacen es insuficiente y adicionalmente el incremento de pasajes, sobre todo ahora que ya hay trabajo presencial al igual que las clases, destroza cualquier presupuesto familiar, con lo cual el enojo de la población se eleva como espuma.
El Estado Peruano, para paliar la situación descrita por el aumento del petróleo, ha reducido o eliminado el Impuesto Selectivo al Consumo, lo que se ha visto no ha sido suficiente y el bolsillo de la población no lo ha sentido. Siendo los aranceles aduaneros de carácter porcentual ad valoren, al igual que el IGV, a mayor precio que se importe el petróleo pues más recauda el Estado.
Si ello es así, bien podrían irse periódicamente reajustando las tasas de los aranceles y del IGV, para lo cual, en el caso de este último, tendría que darse facultades delegadas por el Congreso al Ejecutivo, pues ni siquiera este último lo podría realizar por Decretos de Urgencia. Algunos dicen que el precio de venta interno es tan alto, pues permite financiar el gigantesco paquidermo energético de Talara. Otros dicen que es porque Petro Perú está lucrando en demasía.
Sin embargo, hay quienes creen que en el mercadeo minorista se encuentra el nudo del problema o también es una mezcla de todo ello. No lo sabemos, pero es tema que el Congreso podría interesarse.
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