13/03/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
No tengo la más mínima idea de quienes son las personas que redactaron el actual Reglamento de la Ley General de Educación N°28044, aprobado en el gobierno transitorio de Francisco Sagasti por el Decreto Supremo N°007-2021-MINEDU del 10 de mayo de 2021, pero si les puedo decir luego de su estudio y escuchar la opinión de expertos conocedores del tema y de reconocida reputación, que adolece de innumerables fallas, entre las cuales destacan la carencia mandatoria en muchas de sus disposiciones y la falta de realismo.
Respecto a la carencia aludida, se olvida que las normas legales son mandatos que emite la autoridad y que deben ser cumplidos por la población dentro del espacio determinado que es el territorio y dentro del tiempo acotado que por lo general debe atenderse a partir del día siguiente de su publicación.
Empero, en el Reglamento al que nos referimos muchos de sus artículos no ordenan absolutamente nada, constituyen disquisiciones y “vuelos” intelectuales, por usar alguna calificación fácilmente entendible. En cuanto a la falta de realismo, nos hizo acordar a la famosa obra literaria, del género del cuento llamada “Alicia en el País de las Maravillas”, de la autoría del genial Lewis Carroll, que idealizó a la protagonista del cuento en un país francamente maravilloso.
Bueno pues, los que redactaron el Reglamento al que nos referimos, parecería ser que hubieran recordado tal obra y creen que nuestros alumnos estarían como “Alicia en el Colegio”. Increíblemente el aludido Reglamento ha sido redactado y aprobado cuando nos encontrábamos en plena pandemia del Covid-19, en que todas las clases eran no presenciales, o sea virtuales, con muchísimas deficiencias.
Eran tiempos en que se debía haber aprovechado la ausencia de profesores y alumnos en las escuelas y colegios, para proceder a ponerlos en condiciones, por lo menos básicas, para nuevamente recibir a sus usuarios y que tuviesen siquiera servicios higiénicos presentables y con agua. Penosamente nuestra realidad es otra y ahora que están por reiniciarse las clases presenciales, nos encontramos que muchísimas escuelas no podrán reabrir.
Por temas de espacio no podemos analizar todo el Reglamento, pero por lo menos centrarnos en algunos aspectos de la “Educación Básica Especial”, con carácter inclusivo y diversificado, pretendiéndose agregar tratos especiales a alumnos con discapacidades o en proceso de tenerlas, así como a los superdotados, cuando ni siquiera se cuenta con facilidades para el alumnado general regular.
No contamos con suficientes profesores calificados para atender a los alumnos regulares y se quiere dar trato especial a los que lo requieren e inclusive, incluyéndolos en clases con los primeros. Tampoco se cuenta con especialistas en sicología para atender al alumnado especial, pero se les crea la ilusión a sus padres de que tendrán dicho servicio. ¡Por el amor de Dios! observen siquiera que en todo el Perú tenemos déficit de dichos profesionales.
Lo mismo pasa con los tutores que serían necesarios. Dicen que soñar no cuesta nada, pero cuando se “vende” como realidades fantasías y utopías educativas, ello es irresponsable y grave.
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