21/08/2019 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Otro feminicidio vuelve a enlutar un hogar en nuestro país. Esta vez se trata de un hombre, de 40 años, que mató a su pareja y madre de sus hijos, a pesar que los menores le rogaron que dejen de pelear.
El sujeto que llegó borracho a su casa, poco le importó los ruegos de los menores y la acuchilló hasta matarla. El feminicida al ver el cadáver de la mujer, huyó del lugar y se suicidó.
William Shupingahua Guerra, de 40 años fue el sujeto que asesinó a su pareja y madre de sus cinco hijos. Borracho había llegado a su casa a hacerle lío a su mujer, Aghar Asipali Lópes, de tan solo 30 años. Después de las recriminaciones, el sujeto usó un cuchillo con el que acabó con la vida de la joven mujer.
El feminicidio ocurrió el pasado lunes, en la localidad de Miguel Grau ubicada en la provincia de Alto Amazonas, Loreto. De acuerdo a las primeras investigaciones, el sujeto mostraba signos de haber ingerido alcohol. Testigos señalaron que previamente la pareja tuvo una fuerte discusión.
Pese a que los hijos de ambos les pedían que por favor dejaran de discutir, esto no ocurrió. La puñalada de Shupingahua Guerra fue mortal. La mujer yacía muerta y los niños comenzaron a llorar. Al ver esto, el hombre huyó hacia el monte donde se suicidó arrojándose a una trampa para animales.
Ante la fuga de su padre, los menores llamaron a sus vecinos para tratar de salvar a la mujer. Agali Asipali recibió los primeros auxilios y fue trasladada al centro de salud de Pampa Hermosa, donde llegó sin vida debido a la hemorragia interna provocada por los cortes.
La policía fue en busca del asesino pero lo encontró cuando ya era demasiado tarde. Ambos cuerpos fueron llevados a la morgue de Yurimaguas para la necropsia de ley. El de la víctima de feminicidio será llevado a su pueblo en la comunidad Puerto Perú, donde será velado y enterrado, mientras que el del asesino irá a la localidad Miguel Grau.
Los cinco hijos serán asistidos por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Las entidades determinarán cuál es el destino de los menores.
