Los acuerdos de Bretton Woods marcaron supremacía del dólar

Por: Dennis Falvy

@FalvyDennis

A pesar de la destrucción casi total de la flota americana del Pacífico, por los ataques de Japón a Pearl Harbor en diciembre de 1941, y con la caída de Singapur y obtener este país el dominio del Pacifico Sudoeste, ello resultó una oportunidad de crecimiento económico para los Estados Unidos.

La destrucción de tres portaviones japoneses en la Batalla de Midway y el asesinato de Yamamoto cuando estaba haciendo una inspección de rutina jugó a favor de los norteamericanos, cuya capacidad de espionaje en las comunicaciones era de excelencia y asimismo la capacidad ociosa de su industria que era inmensa, producto de la Gran Depresión.

Eso se mostró en los años venideros de guerra que dieron su cenit con la destrucción de dos ciudades japonesas mediante dos bombas atómicas, producto de una minuciosa operación planeada por el científico Oppenheimer y un equipo de especialistas, lo que le dio otro cariz a los enfrentamientos armados.

Los Estados Unidos se consolidaron como la potencia líder y bajo este paraguas, en las postrimerías de la guerra, es decir en 1944, el entonces Secretario del Tesoro, Henry Morgenthau Jr., no sólo condicionó que la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas se llevara a cabo en la lejana villa de Bretton Woods en las montañas del norte de New Hampshire, sino que determinó que fuera en un hermoso y amplio “Resort Hotel”; el Mount Washington, el que databa del año 1902. Ello para satisfacer al senador norteamericano de aquel Estado.

Como este hotel no pudo albergar a los 730 delegados de 45 países a dicha conferencia, varios de ellos tuvieron que hospedarse en moteles aledaños.

El caso es que del 1 al 22 de julio del año 1944, apenas tres semanas del desembarco en Normandía, delegados que se habían unido para ganar la guerra, se reunían esta vez para hacer la paz. El tema central del evento era discutir dos planes que resultaban discrepantes en su esencia: el Plan Keynes y el Plan White, para el ordenamiento monetario internacional. La diferencia era crucial. El líder de los ya seguros ganadores de la contienda apuntaba a que el dólar fuera la única moneda importante en el ámbito internacional y se comprometían a respaldarlo con un valor de USD 35 dólares la onza troy. Asimismo y preocupados por el tema que se había sufrido en la terrible época de la depresión del año 29, se creaba el Fondo Monetario Internacional, así como un banco para reconstruir Europa.

En el caso del británico, sir John Maynard Keynes, su objetivo era crear un Banco Central de nivel internacional, con una moneda que él denominaba Bancor y que sería una canasta de las divisas fuertes de los países aliados ganadores. En el caso de los aliados rusos, se señala en innumerables escritos que los hospedaron lejos del Mount Washington, aludiendo la falta de habitaciones; allí, la “buena vida” que se dieron los rusos, por la abundancia de féminas y alcohol, hizo que casi no acudieran a las sesiones donde se discutía el nuevo ordenamiento monetario internacional; lo que luego despertó la ira de Stalin, quien les pasaría la “factura” a todos ellos y con creces.

Fortalecer el dólar

Existe amplia literatura que pasa por un planeamiento de banqueros anglosajones; la necesidad de Norteamérica de utilizar el 66% de su capacidad industrial ociosa y hasta el desaparecer a la Unión Soviética, que ya se le consideraba un enorme enemigo potencial. Pero el Plan de Keynes, consistente en la creación de un banco central mundial con la moneda “bancor”, con una paridad al oro y sólo alterable por dicha institución no fue aceptada. En su lugar se aprobó entonces la idea de Harry Dexter White, sub secretario del tesoro norteamericano, quien propuso la creación del Banco Mundial y FMI ajustando la paridad del oro a USD 35 la onza troy y haciendo que el dólar fuera la moneda universal. Así se creó un nuevo orden económico internacional que liquidó al Patrón Oro.

En el caso del banco para la reconstrucción y fomento (Banco Mundial), el objetivo único del mismo fue la reconstrucción de los países europeos, tal como luego el mismo general Marshall anunciara en la Universidad de Harvard: el plan de reconstrucción de las ciudades que llevaría su nombre. Y sólo luego de un lapso prudencial el Banco años después , se dedicó a fomentar los denominados proyectos sociales, ayudados por el presupuesto de los Estados Unidos, porque en realidad estaban muy preocupados por el avance del comunismo a nivel mundial y los problemas que había con la denominada “Guerra Fría”.