Guido Pennano: “No sabemos dónde acabará ese dinero”
Las medidas económicas que se han tomado en otras partes del mundo, para enfrentar al coronavirus, no han sido lo efectivas que se pensó. La mejor prueba es la última rebaja en la tasa de interés de la FED norteamericana y el efecto desplome de las bolsas de valores más importantes del mundo.
En el Perú se puede decir que son positivas la postergación del pago del Impuesto a la Renta hasta el 30 de junio; la asignación de más recursos fiscales; 100 millones de soles para sector salud, y 165 millones de soles para sector educación a fin de mejorar salubridad de colegios. La reducción de aranceles es la menos importante porque el Perú tiene aranceles muy bajos y más de 20 tratados de libre comercio, es decir arancel cero para muchos productos médicos.
Se acaba de anunciar un bono de 380 soles para las familias más vulnerables, por el periodo de 15 días, si dividimos esos 380 entre 15 días nos da aproximadamente 25 soles diarios por familia y si asumimos un promedio de 4 miembros por familia nos da 6.25 soles persona día. En los hogares de alta vulnerabilidad, se cocina con un presupuesto inclusive menor.
El problema es que se entendería que se estarán entregando en efectivo, lo cual sí nos parece equivocado, no sabemos dónde acabará ese dinero, como ocurre con los dineros del programa Juntos que más se usan para pagar teléfonos celulares prepago, cerveza, golosinas baratas, etc. El destino también será dudoso como ocurre en muchas zonas del vaso de leche. Sería más efectivo entregar paquetes de alimentos duraderos a las madres de zonas de pobreza extrema que se tienen muy bien identificadas en los programas de lucha contra la pobreza que tienen: el Estado, la Iglesia, las ONG, etc.; esa distribución habría que encargársela a las Fuerzas Armadas, que tienen la gente y los medios para hacerlo, como lo hacen en zonas de emergencia cuando la hay.