11/08/2021 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
La pandemia impactó en gran medida a los niños y adolescentes, ya que fueron privados de jugar al aire libre, asistir a sus centros de estudios y de socializar con sus amigos como lo hacían antes. Sin embargo, esta situación también hizo que los padres pasen más tiempo con sus hijos y puedan identificar problemas que antes no veían.
Es el caso del Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), una afección crónica que se caracteriza por presentar la dificultad para mantener la atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo. Según el Ministerio de Salud, afecta entre el 5% y 10% de la población mundial.
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Juan Pablo Castro, psicólogo de MAPFRE, resaltó la importancia de realizar diagnóstico temprano para iniciar a tiempo un apoyo profesional que plantee estrategias para garantizar el desarrollo integral del menor. Por tal motivo, recomendó prestar atención a las siguientes señales de alerta:
Le cuesta permanecer concentrado en tareas o juegos.
Fantasear mucho.
Olvidar o perder las cosas con mucha frecuencia.
Retorcerse o moverse nerviosamente.
Hablar mucho.
Parece no escuchar, incluso cuando se le habla directamente.
Le cuesta mucho esperar su turno.
Se distrae fácilmente.
No logra estar sentado por tiempo prolongado.
Va de un lado para otro o trepa en situaciones no apropiadas.
No cumple órdenes específicas.
Actúa de manera nerviosa golpeándose con las manos o los pies.
Los diagnósticos los brindan no solo terapeutas sino un equipo integral con el soporte de un neurólogo. Asimismo, si bien las terapias están dirigidas por especialistas, el soporte en casa y el apoyo emocional de la familia es esencial para lograr una respuesta favorable del niño o niña.