En Familia | La importancia del agua en la salud de los adultos mayores
Una deshidratación severa en adultos mayores es peligrosa y puede causar falla renal, trastornos electrolíticos (sodio muy alto o bajo) y hasta la muerte, si no se maneja adecuadamente la situación.
El doctor César Villacrez Vela, médico geriatra del Hospital Nacional Sabogal de EsSalud, explicó que la deshidratación es la pérdida del agua corporal -la que ingresa o que está en nuestro organismo- debido a la disminución de la sed que tiene en general los adultos mayores y la poca capacidad de los riñones para concentrar la orina y retener líquidos.
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El agua es un nutriente primordial porque no da calorías ni proteínas, pero proporciona micronutrientes como los minerales y electrolitos, señala. Al respecto advierte que debemos consumir entre 1.5 a 2 litros de agua al día. Caso contrario puede sufrir alteraciones del estado de conciencia, y necesitan rehidratación endovenosa.
Por ello recomiendan a la persona que lo atiende a:
Evaluarlo permanentemente para estimular la hidratación adecuada. Entender que en el adulto la sensación de sed está disminuida y no va a pedir agua así esté deshidratado.
Mantener una hidratación más intensiva y amigable si la persona está orinando menos o la orina está más cargada.
No solo rehidratar con agua, se pueden usar infusiones, sopas, jugos, mazamorras, gelatinas. Es importante tomar un vaso de agua en el desayuno, almuerzo y cena.
La cantidad promedio, si es que no existen contraindicaciones, es de 1.5 a 2 litros por día para los ancianos.
Entre los signos de deshidratación se encuentran los síntomas como la mucosa y la piel seca, los cambios en la conducta, fatiga, la concentración y cambios de coloración de la orina, calambres, estreñimiento.
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