En Familia | Cuide su corazón
Cuando practicar la natación es tomada como terapia, puede ayudar, a quienes tienen dificultades cardíacas, a mejorar su condición. Estas personas deberían nadar en aguas templadas de 26 a 33 grados centígrados. Si se practica la natación por debajo de esta temperatura, se corre el riesgo de la aparición de arritmias y también dolores en el pecho.
Por el contrario, si se nada por encima del rango sugerido, puede provocar hipotensión arterial (el corazón y otros órganos no reciben la suficiente sangre) y mareos. En ese sentido, el exnadador profesional, Rodrigo León Prado, explica los beneficios que trae para el corazón, practicar la natación:
Un corazón fuerte
Nadar, optimiza el bombeo del corazón. Con ello, se mejora el flujo sanguíneo en todo el cuerpo, las arterias se fortalecen, y los músculos se hacen más resistentes a la fatiga.
Estabiliza la presión arterial
Debido al cambio de temperatura al momento de ingresar al agua, las personas con presión alta pueden bajar hasta 10 mmHg su presión arterial sistólica. Además, contribuye a que la contracción sea más eficiente, necesitandolatir menos veces por minuto para mantener el gasto cardíaco.
Reduce el riesgo de padecer diabetes
En general, los ejercicios aeróbicos reducen hasta el 6% las posibilidades de desarrollar diabetes. Y en particular, la natación aumenta la sensibilidad de nuestros diferentes órganos a la insulina. Los diabéticos deberían realizar 150 minutos de actividad física de intensidad moderada por semana, como nadar, para ayudar al control glucémico.
Una recomendación final es que, si va a practicar natación, utilice tapones para los oídos y clips especiales para la nariz, a fin de evitar enfermedades como la otitis o sinusitis.
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