09/12/2022 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
En estos tiempos no es raro ver a alguien por la calle luciendo orgulloso/a sus tatuajes. Sin embargo, tatuarse no es una decisión que deba tomarse a la ligera, ya que siempre existen algunos riesgos.
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CÓMO SE HACEN
Es una marca permanente que se inserta por medio de punciones en la capa superior de la piel. Para ello, el tatuador utiliza una máquina manual que actúa muy parecido a una máquina de coser, con una o más agujas que perforan la piel repetidas veces.
Con cada punción, las agujas insertan diminutas gotitas de tinta. El procedimiento, que se realiza sin anestesia, provoca un pequeño sangrado y dolor.
RIESGOS
Aunque por lo general los tatuajes no traen complicaciones, el dermatólogo Ariel Ostard considera que hay ciertos riesgos en personas “que tienen múltiples lunares o nevos displásicos (lunares atípicos), ya que tienen más riesgo de desarrollar un melanoma en alguno de esos lunares”.
Sin embargo, de acuerdo con la naturaleza del proceso de colocarse un tatuaje, se debe considerar lo siguiente:
Las tintas pueden causar reacciones alérgicas en la piel, como sarpullido con picazón en la zona tatuada. Esto puede suceder incluso años después de habérselo hecho.
Una infección en la piel siempre es una posibilidad. Asimismo, se puede formar una zona de inflamación, llamada granuloma, alrededor de la tinta del tatuaje.
Si el equipo que se utiliza para crear el tatuaje está contaminado con sangre infectada, puede contraer enfermedades de transmisión sanguínea, como la hepatitis B y la hepatitis C.
En ocasiones, los tatuajes o el maquillaje permanente podrían provocar hinchazón o ardor en las zonas afectadas durante las resonancias magnéticas.
Por todo ello, es importante que a la hora de realizarse un tatuaje lo haga en un lugar que cumpla con todos los protocolos sanitarios.