08/07/2021 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Un estudio realizado por el Ministerio de Salud y Unicef reveló que 3 de cada 10 niños y adolescentes peruanos presentaron algún problema de salud mental durante la pandemia. El estrés, la falta de sueño y la ansiedad fueron los más habituales en los estudiantes, que debían lidiar a la par con el cambio a la educación a distancia.
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“¿Cómo puede concentrarse un niño en la clase de álgebra si su mamá está en el hospital? ¿O si su abuelito acaba de fallecer? Estas son circunstancias que el docente debe tomar en cuenta”, comentó el psicoanalista Roberto Flores, especialista de Ediciones Corefo. Frente a esta situación, el apoyo emocional de los maestros es fundamental.
Las emociones son parte del aprendizaje. “Son importantes en los procesos de atención, memoria y toma de decisiones”, afirmó Flores. Por esto, recomendó a los docentes animar a sus estudiantes a tomar riesgos y experimentar con ideas y posibilidades, así sentirán mayor motivación y disminuirá su ansiedad.
Miedo a lo desconocido. El docente debe explicar claramente lo que se debe esperar del curso. En este proceso, sería ideal escuchar también las opiniones de los estudiantes, sus dudas y recomendaciones para adaptarse mejor a las clases virtuales.
Pausas necesarias. “Existe una técnica muy útil llamada PARAR (paro, atiendo, respiro, atiendo y regreso). Esta consiste en encontrar momentos para parar, respirar por lapso corto de tiempo y seguir con la clase. Esto es muy útil, por ejemplo, antes de un examen”, anotó.
Muestras de interés. Siempre van a surgir problemas en la clase. Ya sea por un alumno que se queda dormido, no ha hecho la tarea o no rinde bien. En cualquiera de estos casos, la reacción del docente no debería ser castigarlo, sino conversar con él y averiguar qué está ocurriendo.
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