Crisis en los premios Óscar
El 25 de febrero de 2019 se celebra la gala de los Óscar en el teatro Dolby de Los Ángeles, pero a poco más de dos meses del evento cumbre del séptimo arte, la Academia de Artes de Estados Unidos aún no tiene presentador, después de la renuncia de Kevin Hart, por la polémica desatada por unos antiguos tuits homófobos.
El actor y comediante decidió no disculparse por los comentarios, porque ya lo había hecho en varias ocasiones anteriores.
“He dicho quién soy ahora en comparación con quién era entonces. Lo he hecho [...] estoy en un lugar completamente diferente en mi vida”, explicó Hart en Instagram.
Tras su renuncia se ha iniciado la búsqueda de un reemplazante, pero muchos medios como Page six y Hollywood Report afirman que las estrellas temen que saquen a la luz antiguos comentarios de ellos en internet y se vean perjudicados, aunque la verdad podría ser otra.
¿Falta de presupuesto?
Según reveló la web especializada en celebridades TMZ, fuentes cercanas al programa de los premios Óscar han indicado que el infame y pequeño cheque de pago por ser el anfitrión de la gala ha sido un tema no tomado en cuenta por la Academia durante mucho tiempo.
Como se recuerda el comediante Jimmy Kimmel dijo que solo recibió 15 mil dólares por sus servicios en 2017, y según afirma TMZ la mayoría de los posibles candidatos están decididos a rechazar el trabajo debido a esa cifra.
Todas las críticas que lo acompañan en los últimos años a los premios tampoco ayudan, pero al parecer el dinero sería el principal problema. Tal parece que a la Academia no le gusta pagar por un anfitrión porque consideran que es suficiente darle la oportunidad de su vida al conducir este evento.
Por supuesto, los grandes nombres lo han tomado. Kevin no solo aceptó, estaba extasiado al respecto antes de ser expulsado por los tuets homofóbicos.
El hecho es que quien ocupe el puesto ahora tendrá la opción para exigir más dinero, después de todo, la Academia está contra el reloj para encontrar a su nuevo presentador.