16/01/2020 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023
Los latinos han reaccionado con indignación luego que la Academia no nominara a una estatuilla dorada a J.Lo, a pesar que la bailarina exótica fue elogiada por su deslumbrante participación en Estafadoras de Wall Street, la película de Lorene Scafaria. A decir de los críticos, estos fueron los mejores elogios de su carrera.
Se organizó una fuerte campaña durante la temporada de premios, y la honraron con una serie de nominaciones y victorias. Parecía que se estaba generando el impulso para que lograra una nominación en la categoría de mejor actriz de reparto en los Premios Óscar, y durante la temporada de premios la mayoría de los expertos pronosticaban que López tenía altas probabilidades de aparecer en esa categoría.
Sin embargo, el nombre de López no estuvo entre los que se anunciaron el 13 de enero durante la revelación de las nominaciones al Óscar. La extrema decepción que siento es doble.
Aunque el antecedente de la academia como medida de excelencia artística es debatible, su prestigio cultural es innegable. Una nominación para López habría consolidado su legado como actriz, más de 25 años después de su papel revelación en Selena.
Resulta aún más desalentador lo que este desaire implica para la representación de los latinos de manera más general: López era la única actriz latina con una verdadera oportunidad de reconocimiento en las principales categorías este año y parecía cargar sobre sus hombros gran parte de la responsabilidad de evitar otra ceremonia de los premios Óscar con una mayoría abrumadora de nominados blancos.
En efecto, solo cuatro actores latinoestadounidenses han sido nominados a los galardones más importantes de la actuación cinematográfica como Rosie Pérez, Rita Moreno (que ganó en 1962), José Ferrer (ganador en 1951) y Edward James Olmos (nominado en 1989).
Pero también está el hecho de que ningún cineasta latinoestadounidense ha sido nominado en la categoría del Óscar al mejor director, en parte porque rara vez son considerados para dirigir las películas de “prestigio”, que generalmente prefieren los votantes del Óscar.
Ausencia histórica
La ausencia de representación latina es un asunto que se ha vivido desde hace tiempo en la Academia. Si la hubieran nominado, López habría sido la primera actriz latina estadounidense destacada por la academia desde Rosie Pérez, que obtuvo una nominación como mejor actriz de reparto en 1994 por Sin miedo a la vida.