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Cinco bebés pierden la vida al mes en Hospital Regional de Lambayeque

Falta de equipos elevó mortalidad infantil en el nosocomio, advierte galeno. Denuncian falta de apoyo de las autoridades.

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29/08/2019 / Exitosa Noticias / Edic. impresa / Actualizado al 09/01/2023

Tenían apenas días o meses de nacidos y perecieron en un establecimiento de salud que debía garantizar su cuidado. Al menos cinco bebés mueren al mes por la falta de equipos indispensables para su atención en el Hospital Regional de Lambayeque, ubicado en la ciudad de Chiclayo, en Lambayeque.

Así lo alertó el especialista de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de Neonatología del referido nosocomio, Wilfredo Gamonal, en una entrevista a un medio local. Apuntó como causa del elevado índice de mortalidad infantil al déficit de incubadoras, ventiladores, así como a la mala alimentación de los padres.

No se preocupan

Lamentó que las autoridades regionales no se preocupen de las carencias en el hospital, sobre todo, en ambientes donde atienden a bebés prematuros o que padecen de una serie de complicaciones. “Esos niños se podrían haber salvado si tuviéramos las condiciones de equipamiento adecuado”, declaró.

En una clara muestra del nivel de precariedad del recinto, médicos revelaron que apenas cuentan con 12 máquinas neonatales. Esto a pesar de que no solo reciben a pacientes de la región, sino también de Cajamarca, Piura y Amazonas. Cabe indicar que cada año nacen 23,000 mil niños en Lambayeque.

Cifras en aumento

Alertaron que por la falta de equipos, en los últimos meses registraron un aumento en la muerte de menores. Para enfrentar esa situación, Wilfredo Gamonal indicó que efectuaron el pedido que corresponde a las autoridades del sector, para la adquisición de los equipos -valorizados en 150 mil soles-, pero todavía no obtienen respuesta.

El congresista Héctor Becerril visitó este martes el nosocomio y constató las deficiencias advertidas por el especialista. Pero no solo eso, ya que también observó algunos pacientes en camillas ubicadas en los pasadizos o, en el peor de los casos, tirados en el piso debido al estado de hacinamiento de las instalaciones.