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BCR debería evitar mecanismos para reducir volatilidad del dólar

Usa los “swaps” cambiarios como parte de sus herramientas de política monetaria para retener alza de moneda extranjera, pero herramienta no estaría justificada.
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16-12-2018

Disyuntiva. Usa los “swaps” cambiarios como parte de sus herramientas de política monetaria para retener alza de moneda extranjera, pero herramienta no estaría justificada.

El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) usa cotidiana­mente los “swaps” cambiarios como parte de sus herramien­tas de política monetaria. Un artículo ilustrativo escrito al respecto por Marthín Morán explica el mecanismo de este instrumento con prolijidad, muestra cuadros con los “swaps” de divisas, los de cambio y venta del Banco Central, y hasta las operacio­nes de bancos con clientes.

El “swap” cambiario lo viene usando el Banco Central a fin de reducir la volatilidad cam­biaria cuando hay presiones a la depreciación. El objetivo es atenuar la volatilidad origi­nada en el mercado de deri­vados y ayudar a preservar la efectividad de la política mo­netaria a través de mantener la tasa de interés interbanca­ria en moneda nacional, en el nivel de referencia que fija el propio BCRP.

Cuando se implantó el “swap”, se señaló que el mismo serviría para redu­cir la volatilidad excesiva en el mercado cambiario sin afectar la liquidez del sistema financiero.

La circular 043-2014 BCRP obliga a las entidades del sistema financiero (ESF) a informar diariamente al BCRP sobre las operaciones cambiarias que realizan con contrapartes financieras y no financieras, tanto residentes como no residentes. Es decir, transacciones spot (al con­tado), forwards, futuros, FX swaps, Cross Currency Swaps, opciones e instrumentos in­dexados a monedas.

El 18 de setiembre de 2014, el BCRP mediante circu­lar 031-2014-BCRP creó los Swaps Cambiarios del BCRP (SC BCRP), un nuevo instru­mento para intervenir en el mercado cambiario.

Los SC BCRP son instrumen­tos financieros derivados, en los cuales una de las partes asume el compromiso de pagar una tasa de interés variable sobre un monto dado en moneda nacional a cambio del compromiso de la otra parte de pagar una tasa de interés fija sobre un monto dado equivalente en dólares de los Estados Uni­dos de América (USD).

El subyacente de estos SC BCRP son los dólares de libre disponibilidad del BCRP; es decir, su posición de cam­bio. Hay “swaps compra” con pago de interés varia­ble en moneda nacional y hay “swaps venta”, en que el BCRP paga el interés fijo sobre moneda nacional en dólares; mientras que la en­tidad participante paga el in­terés variable sobre monto en moneda nacional.

Uso del mecanismo

Hay discrepancias si es que el Banco Central debe seguir con este tipo de intervención en el mercado cambiario, y el presidente del BCRP, Julio Velarde, ha señalado en re­petidas ocasiones que ello le permite reducir los vaivenes excesivos del dólar que por el descalce de soles y dólares de los operadores en el sistema, pueden ser peligrosos.

Es por ello que mediante lo que se conoce como “Sis­tema de Flotación Sucia” se monitorea este tipo de problemas que se suscitan. Y es que solo el sector pri­vado residente en el país, es decir personas jurídicas nacionales y extranjeras, se han endeudado en el exte­rior por USD 35,000 millones sólo en capital.

Este dato de deuda priva­da se puede visualizar en el cuadro N° 124 de la Nota Se­manal del BCRP y en donde se supone que varias de es­tas empresas generan soles y esta obligación del pago de intereses de los bonos son en moneda extranjera, los que crean a nuestro juicio res­quemores en el instituto emisor por el supuesto des­calce de las monedas.

En rigor, entre los principa­les beneficios de las políticas de desdolarización del BCR, está la reducción de la expo­sición cambiaria de la banca, sin duda alguna. Pero en los costos está, por ejemplo, la dependencia de los bancos con respecto a las fuentes de financiamiento del BCR, debido a que terceros toman riegos cambiarios esperanza­dos en que el Banco Central no va a permitir la fuerte vo­latilidad de la moneda, cosa que ya el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su último documento para el Perú le ha señalado al banco que no intervenga tanto, que se morigere.

Asimismo, hay pérdida de competitividad del sector exportador y se generan pro­blemas en la venta de bonos del Gobierno por parte de los inversionistas extranjeros.

Hay incluso analistas que sostienen que no se justifica que la autoridad monetaria siga reteniendo el alza del dólar, dado que uno más alto y una inversión pública ma­yor van a sacar del atolladero a la economía.

Es obvio aquí señalar que pese a la fuerte dependen­cia de las exportaciones de materias primas y los flujos de moneda extranjera por tantas operaciones ilega­les; el Perú está muy lejos de enfrentar una “enfermedad holandesa”.

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