BCR apenas posee USD 1,432 mllns. en onzas de oro de toda su liquidez
Julio Velarde y por extensión el directorio del Banco Central de Reserva (BCR) tienen una adecuada imagen, tal vez porque varias cosas que suceden y se promocionan sobre los aspectos financieros de esa institución son incomprensibles para la mayoría de la población.
José Chlimper parece que no va a las sesiones de directorio, sino en un 50%, porque está muy ocupado viajando por sus múltiples negocios. Rafael Rey va a chismear con otros dos de sus “patas” a su programa dominguero de Willax TV y Elmer Cuba opina de todo superficialmente, amén de Palomino que no sé si siga de consultor.
Lo que pasa es que van más de dos años y medio desde que asumieron el cargo y ninguno de ellos le ha corregido esa fobia de Velarde, quien desde que ha estado en el BCRP con Fujimori en el año 1990 -e ininterrumpidamente con Alan García, PPK y ahora con Vizcarra- no ha comprado una sola onza troy de oro a niveles incluso de USD 500, casualmente en el año 2006, cuando los apristas lo pusieron de presidente del Instituto Emisor.
34 TM de oro
Es en rigor una vergüenza que el Banco Central solo tenga USD 1,432 millones por sus 1.1 millones de onzas troy físicas (unas 34 TM) de toda la liquidez por USD 62,133 millones, que consigna el cuadro 22 de su Nota Semanal.
En dicho cuadro se muestra que USD 43,391 millones está asignado en bonos soberanos y USD 15,642 millones en bancos extranjeros; ambos ítems ganando de seguro intereses reales negativos anualmente si tan sólo uno toma la inflación anual de Estados Unidos para ajustar esos valores nominales en dólares.
El blog especializado Sputnik afirma que en el año 2018, los principales bancos centrales adquirieron un volumen récord de oro: 651 toneladas. De esta cantidad, Rusia se atribuyó 274 toneladas, y es que Moscú sigue deshaciéndose de sus reservas de bonos estadounidenses, generando una tendencia mundial para el cambio de dólares por oro.
En el Perú, vía su BCR, el presidente Velarde ni siquiera tiene la asesoría de sus cientos de analistas para que le expliquen lo pésimo que es tener 1.1 millones de onzas troy de oro en su liquidez o RINS.
El portafolio del Central no puede tener tan poco de ese metal. Esto apenas representa un 2.30% de lo que en su mayoría tiene en dólares en bancos suizos como el BIS y en bonos soberanos.
Caso ruso
Rusia cuenta con 2,112 toneladas métricas de oro y sus reservas son de USD 468,495 millones. El oro representa entonces un 18.6% de sus reservas, es decir, USD 86,900 millones. Lo interesante es que hace 10 años el oro solo representaba en el portafolio ruso 3.4% y estaba sesgado a bonos soberanos. Con esto, Rusia supera a China en reservas de oro.
En mayo de 2018, Rusia redujo sus inversiones en bonos estadounidenses hasta los USD 14,900 millones. Una caída drástica en comparación con marzo del mismo año, cuando las carteras de valores de los residentes rusos incluían bonos estadounidenses por USD 96,100 millones.
En noviembre de 2018, el país euroasiático fue más allá y disminuyó su cartera de bonos hasta los USD 12,814 millones. Oleg Vyugin, profesor de la Escuela Superior de Economía de Rusia, ha dicho que las sanciones de Washington son la principal causa de esta reducción. Según el experto, las inversiones en el oro debilitan seriamente la dependencia del banco central ruso de cualquier divisa. Además, el ente compra la mayor parte de oro en el mercado interior y este hecho le permite a Rusia prescindir el uso del dólar.
Alistar Hewitt, experto en el Consejo Mundial del oro, ha expresado que en el 2018, Turquía compró el metal incrementando sus reservas en 51 toneladas. Ankara, su capital, también está deshaciéndose de los bonos estadounidenses porque muchos bancos centrales de mercados emergentes han sido expuestos a la dependencia del dólar y necesitan manejar este riesgo comprando oro.
Y es que además de ser una bárbara reliquia, como decía Keynes, el oro es una moneda sin ciudadanía que reclamar. Filipinas viene haciendo lo propio y el Banco Popular de China aumentó a 1,853 toneladas sus reservas de oro, según Bloomberg. Y aquí: “No pasa nada”. Vale decir se les pasea el alma a los del BCRP, lo que es una verdadera lástima. Probablemente, y de chiquito, a Julio Velarde no le gustó para nada el cuento infantil célebre del “Rey Midas” y de allí su enorme aversión al oro. No encuentro otra explicación razonable.