Alzhéimer: Vivir en el eterno olvido
Por: Josselyn Revilla
¿Qué pasaría si olvidaras al amor de tu vida, a tus hijos o esos momentos que marcaron tu existencia? No saber quién eres, dónde estás y lo que haces. O incluso cómo funcionan las cosas. Esa realidad que parece sacada de una pesadilla es la que viven 200 mil peruanos que padecen la enfermedad de Alzheimer, una enfermedad que no tiene cura.
El psiquiatra Manuel Escalante, integrante del equipo técnico de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, brindó ese estimado en el marco del Día Internacional del Alzhéimer, que se conmemoró el 21 de setiembre.
“Es una alteración compleja, de causa desconocida, en la que intervienen múltiples factores”, informó.
Aparece por la edad
Mencionó como algunas causas a la edad, herencia familiar, el consumo de tabaco, ingesta de alimentos elevados en grasa, entre otras circunstancias que pueden repercutir. La mayoría de los síntomas aparecen a partir de los 60 años, aunque el galeno comentó que también podrían presentarse años antes.
Respecto al punto anterior, el director médico del Instituto Peruano de Neurociencias, el neurólogo Nilton Custodio, explicó a diario Exitosa que esto obedece a que existen dos tipos de alzhéimer: el esporádico y el genético. “El esporádico depende de la edad. Entonces, empieza a los 65 años y representa del 93% a 95% de los pacientes”, explicó.
Deterioro acelerado
El caso del genético es hereditario -por mutaciones-, puede darse desde los 50 años y su frecuencia es más reducida. El especialista precisó que entre las diferencias más notorias destaca el proceso degenerativo, ya que en el primero tarda hasta 15 años en llegar a etapas más avanzadas y en el genético, apenas 8 años.
Vale recordar que el alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa producida porque el lóbulo temporal comienza a atrofiarse. Los primeros síntomas son la pérdida de la memoria episódica (el desayuno de la mañana, la visita de una hija, entre otros); extendiéndose luego a hechos pasados y la memoria remota.
Nombres y paranoia
La enfermedad avanza al olvido de nombres o cosas. “Tienes frente a ti un objeto que te da la hora, sabes sus características, pero no puedes decir 'reloj'. Eso se llama pérdida de la capacidad de denominación”, detalló Custodio. Asimismo, llegan incluso a desorientarse en el espacio y tiempo, así como con las personas (no recuerdan a sus parientes).
A eso se suma el tema de la funcionalidad (olvidan acciones simples como sumar, cocinar, sacar dinero de un cajero, entre otros). En el estado más avanzado, subraya el neurólogo, los pacientes sufren episodios paranoicos y piensan que sus familiares les van a robar o dañar. O empiezan a tener alucinaciones visuales.
Diagnóstico tardío
Nilton Custodio reveló que el 70% de las personas que sufren alzhéimer reciben el diagnóstico cuando están en etapas avanzadas. Ello debido a que sus familiares confunden los síntomas iniciales con algo “propio de la edad”.
“Llegan cuando dejaron de reconocerlos y detectan signos de violencia (paranoia)”, comentó.
Como es una enfermedad que no tiene cura, el tratamiento está orientado a reducir los episodios paranoides, mejorar la funcionalidad y asegurar que la degeneración no avance de manera acelerada. Por último, señaló que estudios establecen que para el año 2050 el número de pacientes con el mal de Alzheimer será cuatro veces mayor.
El doble en mujeres
El director médico del Instituto Peruano de Neurociencia, Nilton Custodio, dijo que las mujeres tienen mayor posibilidad de padecer la enfermedad de Alzheimer. “La mujer tiene el doble de riesgo y esto tendría relación con un periodo hormonal”, comentó. Aconsejaron informarse sobre la enfermedad, establecer actividades y mantener una buena alimentación.
Rol de los familiares
El alzhéimer no solo afecta a los pacientes, sino también a los familiares. Y es que además de cuidar a la persona con la enfermedad, que olvida cómo comer, asearse o realizar tareas simples, deben asumir una carga emocional muy fuerte de saber que su ser querido no los recuerda y a veces quiere agredirlos.
Ante ese panorama, el doctor Nilton Custodio recomendó establecer rol de cuidadores, es decir, que los familiares se turnen para el cuidado a fin de que una sola persona no asuma el desgaste emocional. Del mismo modo, pidió fomentar las interacciones del paciente con otras personas en el hogar, la calle o salidas.
“Habitualmente son las mujeres, los cónyuges o las hijas que asumen el rol de cuidadores. Muy pocos los hijos o los suegros. Algunos terminan enfermándose, en el sentido que llegan a odiar al paciente porque se cansa del rol de cuidador. Eso nosotros lo vemos cuando el paciente empieza a deteriorarse”, develó.