Moody's mantiene calificación Baa1 de Perú pero cambia la perspectiva de estable a negativa por protestas
La agencia calificadora de riesgo soberano, Moody's Investors Service, afirmó la calificación crediticia de Perú que ostenta de Baa1 (grado de inversión) pero cambió la perspectiva a negativa por las protestas sociales que se registran en el país desde mediados de diciembre del 2022.
"La afirmación de la calificación de Baa1 refleja la opinión de Moody's de que la calidad crediticia sigue anclada en la solidez del balance del gobierno y la expectativa de Moody's de que la política general y el marco institucional de Perú demostrarán ser efectivos para contener cualquier posible erosión de la solidez fiscal y económica a pesar de los riesgos de la situación no resuelta", indicó en su informe emitido.
"El balance del soberano se mantiene entre los más fuertes en la categoría 'Baa' debido a su baja carga de deuda, su estructura de deuda favorable que incluye un perfil de vencimiento prolongado, ahorros fiscales sustanciales, todo lo que refleja un marco de política fiscal prudente", agregó.
Aunque precisó que cambió la perspectiva de las calificaciones de emisor a largo plazo en moneda local y extranjera de Baa1 del Gobierno de Perú de estable a negativa, Moody's reafirmó las calificaciones de nuestro país como emisor de largo plazo en moneda extranjera y moneda local de Baa1.
"El cambio de perspectiva a negativa desde estable refleja la opinión de Moody's de que los riesgos sociales y políticos se han intensificado y amenazan, en los próximos años, con un deterioro de la cohesión institucional, la gobernabilidad, la efectividad de las políticas y la fortaleza económica a través de los sucesivos gobiernos", explicó.
También refirió que los conflictos sociales recurrentes pueden conducir a un deterioro gradual de la fortaleza institucional y dar como resultado que los gobiernos sucesivos tengan mandatos débiles, con una capacidad reducida para preservar la continuidad de las políticas y un enfoque a mediano plazo para la formulación de políticas.
"Aunque la confianza empresarial se recuperó tras la destitución de Pedro Castillo como presidente en diciembre, el malestar social y la incertidumbre sobre el resultado de las próximas elecciones generales y, en general, el entorno político en los próximos años, corren el riesgo de pesar de forma duradera en la confianza de los inversores y la actividad económica", expresó Moody's.
Cambio de perspectiva
Moody's Investors Service señaló que "la perspectiva negativa podría cambiarse a estable si el malestar social se alivia con una solución política y social aparentemente duradera"; y que no haya indicios de un deterioro material en el marco institucional de Perú, en particular en elementos asociados con la efectividad de la política macroeconómica.
"Las condiciones políticas que resulten en un gobierno que esté dispuesto y sea capaz de mantener la continuidad de las políticas, respaldarían las perspectivas económicas y de inversión y el mantenimiento de una gestión fiscal conservadora", subrayó.
Asimismo, explicó que el fortalecimiento de los indicadores de gobernabilidad, en particular los relacionados con las instituciones políticas, la corrupción y la economía informal, mejoraría la solvencia soberana.
Por otro lado, proyectó que un proceso constitucional para instigar una amplia revisión y modificación del modelo económico y el marco de políticas debilitaría las bases estructurales del perfil crediticio de Perú y también podría conducir a una rebaja de la calificación crediticia.