26/03/2019 / Exitosa Noticias / Deportes / Actualizado al 09/01/2023
Ángel Correa, delantero del Atlético de Madrid, marcó el único gol de un partido antipático, por momentos violento, en el que Argentina, sin Leo Messi, encontró la victoria en Marruecos (0-1).
El jugador, que reemplazó a Rodrigo de Paul a los 62 minutos, aprovechó la oportunidad. Demostró su calidad en uno de los pocos balones con garantías que tuvo la Albiceleste en el área local para marcharse de la defensa y sentenciar el choque con un disparo raso cuando parecía inevitable el empate final.
El viento impidió buena parte de la vocación de crear fútbol. La otra se fue al traste por el cúmulo de encontronazos, patadas y discusiones. Principalmente el primer tiempo, por todo ello, fue desesperante.
Las bajas también eran notables, empezando por las del barcelonista, porque el francés Herve Renard, técnico marroquí, también tenía ausencias de relevancia, ya que a las ya conocidas de Hakim Ziyech y Nordin Amrabat se unió la del delantero del Leganés Youssef En-Nesyri.
Las disputas y las faltas eran constantes (27 al final del primer tiempo), y los amagos de pelea también, el que más trabajo tuvo fue el árbitro zambio Janny Sikazwe, quien en más de una ocasión necesitó de la ayuda de sus asistentes para tratar de aplacar los ánimos.
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Pocas señales de fútbol había. Lautaro Martínez apenas pudo recibir balón alguno, Paulo Dybala, perjudicado su fútbol de seda sobremanera por el viento, apareció muy poco. Lo mejor para Argentina era la mejoría en defensa respecto a la derrota en Madrid contra Venezuela.
Esteban Andrada y Juan Musso, que guardaron la meta argentina, y el local Yassine Bono, tuvieron poco trabajo obviamente en esa nefasta primera parte y en la segunda, en la que el juego de la Albiceleste mejoró un 'puntito', tampoco.
Bajó el nivel de agresividad y se pudo jugar algo más, pero el viento siguió siendo demasiado incómodo, un compañero de viaje que prácticamente imposibilitó jugar porque siguió favoreciendo las constantes imprecisiones.
Para fortuna del seleccionado argentino, Correa, alcanzó por fin un buen balón, aprovechó su habilidad, se marchó de un defensa dentro del área y marcó con un disparo raso cruzado.
Fue la única luz a un partido fútbolísticamente para el olvido. Scaloni, tras el disgusto del Wanda Metropolitano, pudo dar minutos a muchos jugadores pero seguro que lecciones auténticas le costará encontrar.