Agustín Lozano podría ser destituido como presidente de la FPF
El próximo 19 de abril será un día crucial para Agustín Lozano, actual presidente de la FPF, y su directorio, pues ese día se reunirá en Paraguay la Asamblea General de la Conmebol, para determinar si el dirigente aprobó o no un segundo test de idoneidad, al cual fue sometido por dicha institución, y si queda libre de una acusación por supuestamente revender entradas de cortesía durante las últimas Eliminatorias.
En caso el directivo sea declarado culpable, deberá dejar inmediatamente el cargo y una Comisión Regularizadora formada por FIFA se encargará de nombrar a un grupo de representantes para encabezar la Federación peruana, mientras se convoca a nuevas elecciones.
El todavía titular de la FPF tenía una causa abierta en Conmebol, desde antes que asumiera el cargo dejado por Edwin Oviedo, debido a que recibió a fines del año pasado un expediente con pruebas que lo incriminan a él -y a algunos miembros de su actual directorio- en la reventa de boletos del partido entre Argentina y Perú en Buenos Aires, en octubre de 2017, por las Eliminatorias a Rusia 2018.
Videos, fotos, testimonios, seguimiento y registro de entradas numeradas de cortesía en manos de revendedores, son los elementos probatorios contra Lozano, los cuales fueron entregados a Conmebol por la empresa de seguridad que contrató la FPF para monitorear el destino de los boletos asignados gratuitamente a los directivos.
Según el reporte, Lozano y otros directivos habrían recibido cerca de 200 entradas y gran número de estos boletos habrían caído en manos de revendedores y de personas que habrían señalado haber pagado hasta 300 dólares para ver dicho partido.
Debido a ello, Lozano fue sometido a un test de idoneidad apenas asumió la FPF. Sin embargo, el directivo reprobó la prueba ya que no pudo demostrar su inocencia. Conmebol envió a inicios de este año un segundo test a Lozano, el cual sigue siendo evaluado por la directiva sudamericana. En paralelo, continúa pendiente el fallo por la investigación que se le sigue en lo relacionado a la reventa de boletos.