09/10/2021 / Exitosa Noticias / Cultural / Actualizado al 09/01/2023
Cuando en febrero del 2001 el entonces Instituto Nacional de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a varias zonas del Bosque de Piedras de Huayllay, incluyeron a los sitios Marca Chueco y Pumpu Tambo. Sin embargo, nunca se hizo una delimitación del área de influencia de estos lugares.
El arqueólogo Hamilton Paredes, según da cuenta el diario El Peruano, permitió que este vacío se mantuviera sin difundirse la presencia de momias prehispánicas en un refugio de piedra.
El hecho era conocido por algunos lugareños y funcionarios del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp). Estos últimos creían que con la resolución el Ministerio de Cultura había tomado conocimiento de estos vestigios. No fue así.
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El Sernanp tuvo que dar aviso al ministerio acerca de estos restos. Paredes formó parte de la expedición que registró estos restos momificados. De acuerdo al arqueólogo, que forma parte de la Oficina de Patrimonio del Ministerio de Cultura en Pasco, algunos vecinos del lugar seguían colocando ofrendas a estas momias.
Alertó que estas prácticas ponen en riesgo los restos arqueológicos prehispánicos. Además, manifestó que estos no han sido estudiados.
“Como muestra de devoción le ponían cigarros encendidos en la boca. Esto ha dañado parte del ajuar funerario”, apuntó. También se hallaron hojas de coca como ofrendas.
Durante su inspección, pudo observar que estas momias tendrían relación con los sitios arqueológicos de Marca Chueco, a cinco minutos caminando; y con el de Pumpu Tambo, que está a unos 40 minutos.
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Por los tejidos de calidad con los que se les encontró y por la posición en la que están, el especialista sospecha que fue un sacrificio para buscar la prosperidad de los antiguos pobladores de la zona.
Paredes recalcó que ahora que se ha constatado la existencia de estos restos humanos prehispánicos, lo conveniente es rescatarlos del lugar y estudiarlos.